CORONA VIRUS
LA PANDEMIA COMO EXCUSA PARA ACELERAR LA AGENDA DE LAS ÉLITES PLANETARIAS
El 13 de noviembre de 1985, el volcán Nevado del Ruiz, en Colombia, entraba en erupción, derritiendo parte de su hielo glaciar y matando a más de 20.000 personas. Entre todas esas víctimas se cobró la vida de una niña: Omayra Sánchez, que quedó atrapada durante 60 horas, concediendo incluso entrevistas para la televisión mientras los equipos de rescate luchaban por salvarla, achicando agua con una bomba para que no se ahogase. Si tiene más de 40 años, seguramente recuerde su cara: fue la primera noticia verdaderamente globalizada. La cobertura de Omayra cambió la forma en que los medios de comunicación trataron la información de catástrofes y cómo las noticias se expandían el mundo. El caso de Omayra tuvo un antes y un después. Desde entonces, el mundo se hizo más pequeño.
En realidad, el sistema de medios de comunicación mundial ha ido desarrollando unos recursos que a raíz de la muerte de Omayra solo se empezaron a evidenciar. Pero si el caso Omayra fue la primera noticia verdaderamente globalizada, la reciente pandemia del coronavirus ha sido la primera pandemia globalizada. Veamos por qué y, sobre todo, cómo esta minúscula forma de vida, el coronavirus SARS-CoV2 de apena 500 nanómetros, está poniendo en jaque a la sociedad globalizada.
De hecho, nos atrevemos a decir que el mundo tal y como es, va a cambiar a raíz de la crisis del coronavirus. No lo hará inmediatamente, ni de una forma drástica en un breve periodo de tiempo, pero cuando la situación se haya resuelto y el número de casos mengüe hasta que la pandemia esté controlada, algo de esta crisis habrá transformado nuestra forma de pensar y hará que ciertas cuestiones cambien a nivel organizativo. La cuestión es en qué sentido irán esos cambios. Y es normal que el mundo se reorganice y reestructure, porque el coronavirus está mostrando la fragilidad del sistema. Veamos los principales sectores y actividades que han sido afectados por la pandemia.
LOS MEDIOS DEL PÁNICO
Todo comenzó el 31 de diciembre de 2019, cuando el Gobierno chino informó sobre la existencia de un nuevo coronavirus activo en la provincia de Hubei. Desde ese momento, los medios de comunicación de todo el mundo empezaron a informar sobre las novedades de la epidemia. Al principio tímidamente, incluso China fue acusada de ocultar información y casos, pero conforme la epidemia fue evolucionando, los medios tomaron un protagonismo central en la difusión del miedo. En la sociedad actual, los medios de comunicación responden tanto a intereses comerciales como ideológicos.
Es normal que se quiera maximizar las ventas o la audiencia mediante coberturas sensacionalistas o emotivas, donde el testimonio sustituye a la noticia y el conteo de casos ha sido constante en todo
