ALTA costura ¿DEMOCRÁTICA?
Sólo 4,000 personas compran alta costura en el mundo, de las cuales 200 son consideradas regulares. Y sin embargo, una de las colecciones de alta costura de primavera 2019 se hizo viral en cuestión de minutos, a finales de enero. Se trató de los ácidos vestidos de Viktor & Rolf, parchados con enormes y contrastantes frases inspiradas en memes y lugares comunes de la moda adolescente: «F*ck This I’m Going to Paris», «No Photos Please» y hasta un simple pero contundente «No».
Simbólicamente, lo anterior sugiere un cambio de comportamiento en la rama más escénica e inalcanzable de la moda. ¿Puede ello significar que la alta costura democratizará sus mensajes? ¿Puede un vestido romántico con eslóganes kitsch cambiar el rumbo de la historia? Sin duda.
Lo cierto es que si entramos en detalles, hay que aclarar que la moda funciona como un espejo que, consciente o inconscientemente, reflejará la realidad de su contexto. Hoy y ayer, mañana y siempre,
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