Desde Wolfsburgo con amor
SABEMOS QUE EL NUEVO GOLF es tecnológicamente ambicioso, bonito por dentro y ordenado por fuera. ¿Pero cómo es conducirlo? Porque eso importa más que nunca, sobre todo cuando los rivales son tan buenos. El Focus de Ford es una obra maestra dinámica e, increíblemente, el nuevo Serie 1 es tan divertido de conducir como su predecesor de tracción trasera, ni mejor ni peor, solo diferente. Para ir al grano, el Golf es excelente. En un tramo endiabladamente retorcido de carretera por una colina portuguesa, en sus curvas ultraadherentes o empapadas de rocío y resbaladizas, el Golf se pone manos a la obra.
Acceda en el menú al modo de conducción “Individual” en la pantalla táctil, deslice el botón a “Sport” en todo para ajustar la amortiguación y listo. El sistema de gestión dinámica puede ajustar la fuerza de la amortiguación individualmente, y al igual que el BMW, aplica un ligero frenado a las ruedas de los vértices para mantener las cosas neutrales. A diferencia del Ford, que se complace en girar su eje trasero y ayudarlo a rotar, el VW va por el sitio de manera infalible. La dirección estándar se ha acelerado en comparación con el anterior Golf, y el sistema progresivo opcional equipado se siente más natural que nunca.
Al abordar cada curva con menos frenado
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