EJERCITARSE EN PAREJA
EL CONEJILLO DE INDIAS
Nikki Osman, Editora de Artículos WH UK
Podría llover. Mis manos se sienten extrañas. Son excusas que he puesto para no ejercitarme. A pesar de estar rodeada de colegas que se pasean en leggings, tener gran acceso al ámbito fitness en Londres y haber sentido varias veces el subidón de endorfinas, mi configuración es de pereza, y si puedo eludir una actividad física, lo haré.es música para mis débiles oídos. Investigadores se propusieron explorar el poder del apoyo de una pareja para el manejo de la diabetes tipo 2, y encontraron que entrenar con un acompañante les dio a varias parejas la motivación de apegarse a una rutina de ejercicio. Los beneficios no son noticia nueva, pero los investigadores señalaron que el ‘hacer esto juntos’ es la clave para reforzar un comportamiento positivo hacia el ejercicio. Para ser claros, el concepto de realizar cualquier cosa en pareja me hace querer vomitar, gracias a las fotos que puedes encontrar en el Instagram de un hombre y una mujer que entrenan juntos. En mi relación el ejercicio es para presumir –él va y vuelve en bici al trabajo; yo encuentro una manera de sacar a la luz el maratón que hice en 2016 en la conversación del día. Sin embargo siento curiosidad de ver qué tan benéfico puede llegar a ser nuestro espíritu competitivo dentro de una causa en común, y qué tanto me ayuda a tener ese compromiso que ansío en los días de flojera. Lo menciono durante una semana en la que su bicicleta se ve un poco polvosa (“estaba lloviendo…”) y él accede a intentarlo. Nos inscribimos a Blok London; un estudio tan dolorosamente cool que, a pesar de ser conveniente para mi casa y oficina, siempre me sentí intimidada de tomar una clase ahí. Nos anotamos a HIIT. Al menos, lo hice yo.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos