NO SIEMPRE LLEGA EL ÉXITO
Los grandes éxitos en el motociclismo suelen estar basados en actuaciones arriesgadas, en la búsqueda de dar un paso adelante, de encontrar soluciones diferentes a lo que sus rivales ofrecen. A veces estas acciones fructifican y el producto resultante es excelente, hay varios ejemplos. De hecho es difícil encontrar motos realmente sobresalientes, que no se hayan distinguido de sus contemporáneas. Pero al igual que una moto puede acabar convirtiéndose en mítica, termina siendo un desastre. La línea entre ambos extremos es realmente fina, porque hay múltiples parámetros que definen una u otra situaciones; cambiar su signo es más fácil de lo que puede imaginarse.
No hay firma que no tenga un borrón en su historia y en todo tipo de motos, desde las más deportivas a las urbanas. En ocasiones se trata de modelos que han sido sencillamente malos por sus fallos mecánicos, productos de un diseño de cliente o de problemas con los materiales, en otros han tenido errores en su posicionamiento, habitualmente motos deportivas que no lo eran. En cualquier caso para sus fabricantes, siempre esperan con ilusión el éxito de sus nuevos modelos, por lo que supone un revés ver cómo fracasan. En ocasiones un modelo que no encuentra el éxito puede ser capaz de arruinar una empresa, sobre todo si la situación no es muy positiva o se trata de una repetición de algo ya vivido recientemente.
Las marcas pequeñas tienen menos capacidad de reacción y un buen fiasco ha acabado frecuentemente con ellas, algo que además es más frecuente
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