COMIDA REPUGNANTE
HAY UNA EMPANADA de sardinas plateadas, en la que los peces atraviesan la corteza con la cola enterrada en la masa. A la vista solo quedan las cabezas que, mirando hacia arriba, parecen suplicar a los cielos. En otras versiones de este plato, también sobresalen las colas rizadas, dando la sensación de que las sardinas han sido atrapadas en medio del mar por una oleada de masa. El resto de su cuerpo yace en las profundidades del pastel, dando un toque de sabor marino al relleno, una crema con tropezones de beicon y huevo duro, aderezada con mostaza.
Este es el esplendor surrealista del pastel (del inglés , o contemplar las estrellas), que recibe este nombre porque los ojos de los peces parecen estar “observando las estrellas”, según el (Diccionario de palabras arcaicas y provinciales) del anticuario James Orchard Halliwell-Phillipps, publicado en 1846. Se cree que esta receta inglesa, procedente del pintoresco pueblo de Mousehole, en la costa de Cornualles, se originó durante una hambruna del siglo XVI, cuando, según cuentan, un atrevido pescador se lanzó a los mares en plena tormenta y volvió con la suficiente cantidad de pescado como para dar de comer al pueblo entero. Los habitantes estaban tan hambrientos que el botín se cocinó todo de golpe, en una
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos