AIRBNB LIDIA CON UN MAL VIAJE
EN LA MAÑANA del 31 de octubre, en la sede de la empresa, en San Francisco, los empleados iban disfrazados y sonreían. El cofundador y director general, Brian Chesky, vestido de chef y también sonriente, les daba galletas Chesky’s Chips. Era un juego de rol de uno de los directores generales mejor conocidos del sector tecnológico, un guiño a un próximo lanzamiento de producto: una nueva categoría de Experiencias centrada en la cocina, que los viajeros podrían reservar en la plataforma de Airbnb.
PARA AIRBNB, HALLOWEEN EMPEZÓ FESTIVO Y DE PRONTO SE VOLVIÓ ATERRADOR.
Pero mientras comían el tentempié, los empleados escuchaban sobre un exposé publicado esa mañana que se acercaba a la viralidad con cada retuit furioso: el sitio web Vice ponía al descubierto una estafa de Airbnb que abarcaba al menos ocho ciudades y 100 listados. Una empresa de gestión sospechosa usaba identidades falsas para engañar a los huéspedes, reservándolos en listados atractivos pero falsos y re-dirigiéndolos a albergues de mala muerte. El artículo ilustraba lo fácil que era explotar la laxa supervisión de Airbnb y lo poco que hizo para ayudar a las víctimas logística o financieramente. La reportera, Allie Conti, había quedado atrapada en la estafa; después tuiteó que el FBI la había contactado sobre su artículo, pero que “todavía no había podido tener una conversación significativa con un ser humano en Airbnb”.
Las noticias se volverían mucho más sombrías antes de que Halloween terminara. Justo antes de las 11 pm en Orinda, California, un próspero suburbio del Área de la Bahía, dentro de una casa reservada a través de Airbnb estallaron disparos durante una fiesta, dejando cinco muertos y cuatro heridos. La reunión había sido promovida en las redes sociales como la “fiesta de la mansión”. Más de 100 personas estaban presentes cuando llegó la policía. Los propietarios de la casa no ocultaron su frustración. “Airbnb no divulga información del cliente antes de que reserve, así que no tenemos forma de saber [sus intenciones]”, le dijo Michael Wang al San Francisco Cronicle. Su listado incluía un límite de invitados y una prohibición explícita a realizar fiestas, aseguró Wang, “pero la gente miente”.
Las preocupaciones sobre el fraude y la seguridad han ensombrecido a Airbnb a lo largo de su ascenso, pero el tiroteo y el artículo de , ambos ampliamente repetidos por otros medios de noticias, llevaron esos temas a primer plano en un momento inoportuno en particular:
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