Aquí hemos venido a jugar
LOS JUGADORES DE HOY, “ESOS SUERTUDOS QUE LO HAN TRANSFORMADO EN PROFESIÓN: VIVEN EN UN METAVERSO, CONVERTIDOS EN AVATAR Y DISFRUTANDO DE EXPERIENCIAS VICARIAS FUERA DE ESTE MUNDO… SE AHORRAN UNA PASTA EN PSICÓLOGOS”.
“No, no juego jamás, pero siento una pasión absoluta por estos objetos, su historia y todo lo que conlleva”, reconoce Abraham San Pedro, poseedor de una de las mayores colecciones de videoconsolas de España. Más de 40 piezas. Algunas de ellas absolutamente icónicas.
Como todos los orígenes tecnológicos, poner fecha al detonante real de los videojuegos es complicado. Los expertos aún no aclaran si fue en 1958, cuando William en el Laboratorio Nacional de Brookhaven (Nueva York), con un osciloscopio conectado a una computadora analógica, como una aplicación lúdica para demostrar las posibilidades del desarrollo informático. Higginbotham le dio tan poca importancia a esta demostración sencilla, entre las miles de aplicaciones más complejas e interesantes de la nueva ciencia de la computación, que ni siquiera patentó el invento, despreciando algo que lo hubiera convertido en uno de los hombres más ricos del planeta. Pero el osciloscopio carece de señal de rastreo de video, con lo que este no fue exactamente un “videojuego” para muchos puristas.
