Gastro Caine
Adoramos a Michael Caine. Perdón, sir Michael. Si estás leyendo este artículo en Tapas, damos ese hecho por supuesto. Es la quintaesencia de tío que mola. Fue el príncipe del cool en su juventud –con buena relación con el rey, Steve McQueen– y nunca perdió el encanto pese a sus breves periodos de inactividad o aquellos en los que, ojalá, hubiera estado inactivo. Michael Caine gusta a casi todo el mundo porque es un tipo enrollado, poco presuntuoso y con un punto sinvergüenza, que ha llegado a lo más alto pero sabemos que, pese a sus 81 años, no sería difícil acabar compartiendo con él una pinta de cerveza en algún pub del East End londinense. ¡Es un maldito cockney, por el amor de Dios! Y no tuvo el menor reparo en interpretar en varias de sus películas –Alfie, Un trabajo en Italia, Asesino implacable- a este tipo de personaje característico de los barrios obreros, con su propio dialecto y acento distintivos.
Michael Caine posee actualmente un fortuna que ronda los 75 millones de dólares y ha trabajado en más 150 películas que han recaudado más de 3.800 millones de dólares en todo el mundo. Ha sido nominado al Oscar en seis ocasiones y se llevó la estatuilla a casa dos veces. Además, comparte con Jack Nicholson el honor de ser los dos únicos actores que han sido nominados al menos una vez cada década desde los sesenta. En el año 2000, este cockney fue investido Caballero del Imperio Británico por la reina Isabel II, y, publicado en España hace unos meses por Fulgencio Pimentel.
