VENDEDORES DE FRÍO
Beber agua fría, comprar un refresco en un puesto callejero o hacer helado con el chocolate de la merienda ha sido algo habitual en los veranos españoles desde mucho antes de que, en 1878, se fabricara en Barcelona la primera máquina frigorífica del país.
Lo que hoy resulta más difícil imaginar es hasta qué punto fue popular el uso de la nieve y del hielo natural para enfriar alimentos y bebidas, y la importancia que tuvo en España la industria dedicada a su producción y comercio. Para eso hay que tener en cuenta que su florecimiento coincidió con una época especialmente fría, la Pequeña Edad de Hielo, que tuvo lugar desde mediados del siglo XV a mediados del XIX.
LA VANIDAD DE BEBER FRÍO
Sabemos por el humanista sevillano Pedro Mexía
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