Mi LISTA En 24 horas
“COMO TRABAJÉ PARA CHANEL DURANTE MUCHOS AÑOS, TODO EL MUNDO ESPERA QUE MI CLÓSET SEA COMO UN MUSEO DE LA MODA, PERO NO ES ASÍ EN LO ABSOLUTO”
El fin de semana debería ser como unas minivacaciones, sin nada que hacer. Hace poco me compré un departamento en París en el cual adoro estar. Es agradable despertarse Tengo dos perros y me gusta sacarlos de paseo. Me encanta caminar por la ciudad. Cada rincón de París tiene su historia y algo que contar. Ando por delante de casas que antaño habitaron Picasso y Hemingway. Siempre traigo conmigo una libreta para escribir las ideas que se me ocurren y mis inspiraciones. Nunca hago ejercicio, aunque camino mucho. A veces me digo a mí misma que debería ir a nadar, pero me detengo cuando pienso en el pelo mojado y lo espantosa que me veo después. Casi no uso maquillaje, sin embargo, los productos del cuidado de la piel de Chanel son esenciales en mi rutina diaria. Paso un par de horas leyendo revistas y periódicos. Mi departamento tiene un aire estilo Brooklyn, los estadounidenses dirán que parece parisino y los parisinos, que luce americano, y tengo un millón de libros, lo cual me resulta de lo más acogedor. Disfruto mezclar antigüedades de mercadillos con piezas modernas. Ése es el principio básico de mi libro que publiqué junto a Marin Montagut. Me visto. Como trabajé para Chanel durante muchos años, todo el mundo espera que mi clóset sea como un gran museo de la moda, pero no es así en lo absoluto. Tengo 15 suéteres azul marino, 12 chaquetas del mismo color, ocho pares de blancos y camisas blancas de algodón y seda. Me fascinan las bolsas espaciosas con asa larga. Es importante tener buenos accesorios. No uso tacones; lo único que tengo son mocasines negros y unas maravillosas sandalias de terciopelo de Roger Vivier, por si se me antoja arreglarme un poco más. Desde que leí a Marie Kondo me obsesiona la organización y no tener demasiadas cosas. Mi estilo de decoración es minimalista, pero muy acogedor. Voy a comer a un restaurante italiano con mi pareja. Odio cocinar, es muy aburrido. Después vamos a una exposición. Siempre hay algo que ver. De vuelta a la cama para una siesta. No hay nada mejor que dormirse con un libro. Estoy leyendo , de Françoise Héritier. Mi novio solía quejarse de que siempre me la pasaba frente a la computadora. Ahora durante los fines de semana ni trabajo ni checo mi correo. Es esencial para la salud mental. Nos quedamos de ver con unos amigos en un lugar cercano para cenar y beber, vamos al cine o simplemente nos quedamos en casa. Soy la persona más simple del mundo. Tras dos copas de vino me duermo. No hay forma de que vaya a un lugar nocturno, y sólo asisto a eventos si es por un acto benéfico.
