Los terroristas podrían hacer una 'bomba sucia' con este dispositivo médico común; ¿por qué los reguladores no actúan?
SEATTLE — Expertos científicos advirtieron al Congreso hacemás de una década que solo cuatro cucharaditas de cesio-137 radioactivo, si sonesparcidas por la "bomba sucia" de un terrorista, podrían contaminarhasta 10 millas cuadradas de Manhattan.
El material se encuentra comúnmente en todo Estados Unidos. Loshospitales, bancos de sangre y centros de investigación médica lo utilizan endispositivos llamados irradiadores, que esterilizan la sangre y los tejidos.Cientos de estos dispositivos tienen licencia de uso, incluyendo al menos 50 enel sur de California.
Cada uno de ellos contiene típicamente cerca del doble dematerial radioactivo de lo que el panel científico advirtió podría perturbar a granparte de la ciudad más grande de la nación.
La advertencia del panel en 2008 vino con recomendacionescontundentes: El gobierno debería dejar de autorizar nuevos irradiadores desangre a base de cesio, y los existentes deberían dejar de ser usados. El panelhalló que los dispositivos más seguros que usan tecnología de rayos Xfuncionaban igual de bien.
Pero tras las protestas de los hospitales, la ComisiónReguladora Nuclear de EU se negó a adoptar medidas enérgicas. En su lugar, elnúmero de irradiadores con licencia que se usan para la sangre (y el riesgo querepresentan) ha crecido, según muestra una investigación de Los Angeles Times.
Las emergencias recientes ponen de manifiesto el peligro.
Las autoridades de Pensilvania en 2015 intervinieron despuésde que se encontrara un irradiador inadecuadamente asegurado dentro de unedificio de oficinas en el centro de Filadelfia, cerca de la ruta de lacaravana planeada para una visita del Papa Francisco.
En mayo de 2019, la liberación accidental de una pequeñacantidad de cesio de un irradiador en Seattle contaminó a 13 personas y causóque un edificio de investigación médica de siete pisos fuera cerrado indefinidamente.
El cesio utilizado para los irradiadores es un materialseco, parecido al talco, derivado del combustible atómico que queda de laproducción de la energía nuclear.
Este material es particularmente temido por los expertos enamenazas radiológicas porque sus partículas finas se dispersan fácilmente y puedenmigrar a través de los conductos de aire y adherirse fuertemente
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