Aveces los complots son reales. En las últimas décadas, hemos sido testigos de casos que han salido a la luz recibiendo gran atención mediática. Por ejemplo, en 2016 los Panama Papers exhibieron el detallado plan de los ricos y poderosos para ocultar sus fortunas en paraísos fiscales; y en 2010 el Cablegate reveló más de 250,000 cables del Departamento de Estado de Estados Unidos, dejando al descubierto el ADN de la política exterior de ese país.
Aunque, como en estos ejemplos, los gobiernos suelen ser considerados los principales conspiradores, también hay entidades igualmente poderosas que han sido atrapadas fraguando planes a espaldas del público. Muchas veces