PSICOLOGÍA - ACTITUDES EL SÍNDROME DE PETER PAN
«No quiero ser adulto»
Todos tenemos algún Peter Pan entre nuestros conocidos, alguien más mayor de lo que aparenta, que se resiste a asumir los compromisos propios de su edad. Son los jóvenes eternos que eluden las exigencias del mundo real escondiéndose en su mundo de fantasía.
Puede que se resistan a dejar el domicilio de los padres, que naveguen entre relaciones afectivas superficiales o que no acaben de encontrar su lugar en el mundo laboral. Como el conocido personaje de la literatura infantil, vuelan rebosantes de creatividad pero se sienten incapaces de aterrizar y estabilizarse en la vida.
Esta resistencia a crecer, definida por el psicólogo americano Dan Kiley (1983) como síndrome de Peter Pan (SPP), es un problema cada vez más frecuente. Las personas que lo sufren pueden parecer despreocupadas y felices pero, al rascar un poco, afloran profundos sentimientos de soledad e insatisfacción.
Los libros
Las aventuras de Peter y los volúmenes de relatos y . Peter Pan se transformó en el paradigma del niño eterno. Le seduce más el País de Nunca Jamás, donde reside la infancia idealizada, que su momento real, la madurez.
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