LOS ASESINOS Y EL VIEJO DE LA MONTAÑA
En el siglo XI, un ismaelita de nombre Hasan-Ibn-Sabah se estableció en el castillo de Alamut, en el norte de Persia. El ismaelismo es una secta de la rama chíita del Islam que niega la muerte de Ismael (el último imán), y Hasan (al que luego se conocería como el Viejo de la Montaña) había madurado la idea de utilizar el asesinato político como palanca para la expansión de su fe.
Debió de ser un monstruo del fanatismo, capaz de matar a sus propios hijos por pecados contra la religión: de hecho, ejecutó a su segundo hijo cuando le sorprendió bebiendo vino. La leyenda refiere que Hassan reclutaba a los jóvenes campesinos pobres embriagándolos con hachís, que entonces no se fumaba, sino que se comía en forma de jalea.
Por este motivo se les llamó hashischin, de donde procede la palabra “asesino” (aunque jamás se ha probado que el hachís despierte tendencias criminales, sino todo lo
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