Fragancias florales y plantas medicinales
Siempre resulta agradable y gratificante disponer, en algún rincón de casa, o en en casa una buena despensa en donde guardar nuestros pequeños secretos, los remedios naturales que siempre funcionan. Hemos visto esas mermeladas que, en las tostadas y en cualquier momento tanto seducen a todos; ahora son los aromas de las frutas y las flores los que nos evocan agradables momentos de placer para los sentidos. Saquitos de olor y popurrís, flores secas, ceras o un antipolilla en los armarios. Y también infusiones y jarabes: las plantas medicinales, son un protagonista de primer orden en el mantenimiento de la salud de forma natural; con ellas, las visitas a la farmacia serán mínimas. Sorbo a sorbo, las tisanas que prepararemos con ellas nos van a llenar la vida de bienestar.
Saquitos de olor con flores y frutos
LOS “POPURRÍS”
La elaboración de saquitos de olor con flores, semillas o plantas aromáticas es una costumbre tradicional y hogareña, tanto los países mediterráneos a los lugares más septentrionales. Muchas abuelas lo recordarán con cariño, tal es el enorme poder evocador de los aromas cuya fragancia registramos sin darnos cuenta en nuestra memoria olfativa, tan fiel y tan transportadora. Parece además como si en los armarios, entre las toallas y camisas, justo entre lo que desde siglos es señal de civilización, como la ropa para protegernos, se quiera insertar un poco del hechizo de la eterna Naturaleza.
En los últimos años encontramos más a menudo en casa alguna de estas fragancias; los popurrís nacieron en los países del Norte, en donde el interés por las flores es la pincelada de color y aroma que da un poco más de alegría a los días grises.
Al principio nacieron para contrarrestar los malos olores y para prevenir enfermedades, y hoy sirven para dar un toque personal, agradable y de bienvenida a cualquier habitación o rincón de la casa.
CÓMO PREPARAR LAS MEZCLAS
Se trata de mezclar pétalos u otras partes de las flores entre sí y con otros ingredientes, que actúan de fijadores y conservantes del olor. Se guardan en botes bien cerrados que de vez en cuando se abren, para que el aroma se esparza bien en el cuarto. Existen dos tipos de popurrís: en húmedo y en seco. Son muy
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