Vanessa Prats ha llegado donde nunca llegó una mujer en su compañía, Procter&Gamble, una multinacional de consumo de las más importantes del mundo. En el capítulo de hoy hablamos de cómo se siente una mujer que se sienta en una sala de juntas y acaba con décadas de liderazgo masculino. Como vicepresidenta y directora general de Procter & Gamble Iberia, su sensación es agridulce pero al final le deja buen sabor. Es la primera mujer en 50 años que ocupa un puesto de ese calibre en la multinacional y la primera en romper cinco décadas de liderazgo masculino. Una circunstancia agridulce para nuestra invitada pues, por un lado piensa que ha llegado un poco tarde, pero por el otro, cree que marca una diferencia para – y cito- “muchas de mis mujeres”. Se refiere a sus compañeras de la empresa que tienen ahora un referente que antes no existía. Aconseja a las mujeres que se olviden de las limitaciones y se centren en las posibilidades. En su caso, ella consiguió llegar a este puesto sin renunciar a una vida personal y familiar plena. “No tuve que elegir”. Hay que luchar, dice contra esa sensación que abraza a las mujeres de que están siempre entre la espalda y la pared. “Somos el 51% de la población, no se puede prescindir de nuestro liderazgo”. Cree en la inclusión, y dice que hay que invitar, e incluso, forzar a la gente a aportar desde su diferencia. También cree que su liderazgo ha aportado “un punto de humildad” a la historia de líderes de Procter&Gamble. “No estoy 100% segura del todo siempre, de vez en cuando dudo, y eso simplemente cambia las dinámicas en una sala de juntas”. A sus hijas les enseña que nadie debe decidir por ellas y que apunten todo lo alto que quieran, sin tener en cuenta las circunstancias externas, sino escuchando solo a sus deseos y aspiraciones. Para escuchar de primera mano la experiencia de una directiva que tiene en sus manos la marcha de una de las empresas más importantes del mundo, dale al play.