Fondo de neutrinos cósmicos, neutrinos de baja energía que impregnan el universo. Cuando el universo tenía un segundo de edad, se había enfriado lo suficiente como para que los neutrinos ya no interactuaran con la materia ordinaria. Estos neutrinos forman ahora el fondo de neutrinos cósmicos.
La base teórica del fondo de neutrinos cósmicos reside en la noción de que un big bang caliente produciría no sólo una bola de fuego primitiva de radiación electromagnética sino también enormes cantidades de neutrinos y antineutrinos (a ambos denominados en los debates cosmológicos neutrinos en aras de la brevedad). Las estimaciones sugieren que cada metro cúbico de espacio del universo contiene alrededor de 108 neutrinos de baja energía. Este número excede considerablemente la densidad cosmológica de los núcleos atómicos (principalmente hidrógeno) obtenida promediando la materia conocida en el universo en escalas de cientos de millones de años luz. Esta última densidad equivale a menos de una partícula por metro cúbico de espacio. Sin embargo, como los neutrinos interactúan débilmente con la materia (por ejemplo, no emiten radiación electromagnética), sólo pueden ser detectados experimentalmente con instrumentos sofisticados si tienen energías relativamente altas (como los neutrinos del Sol o de las explosiones de supernovas). . Sin embargo, observaciones precisas realizadas por la sonda de anisotropía de microondas Wilkinson revelaron los efectos del fondo cósmico de neutrinos a través de sus efectos sobre el fondo cósmico de microondas.