¿Dónde está tu esperanza?  | TU DEVOCIONAL DIARIO
INVITADOS ESPECIALES FAMILIA RUIZ-DURÁN
Mascarilla para el alma.
esperanza n. f. 1 Confianza de lograr una cosa o de que se realice algo que se desea:
Cayuela, N. L. (Ed.). (1997). Diccionario general de la lengua española Vox. Barcelona: VOX.
confianza n. f. 1 Esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de una forma determinada, o en que otra persona actúe como ella desea:
Cayuela, N. L. (Ed.). (1997). Diccionario general de la lengua española Vox. Barcelona: VOX.
La esperanza y la confianza son dos conceptos estrechamente relacionados. Hoy quiero compartir en dónde debemos de tener nuestra esperanza o confianza.
En el pueblo de Judá hubo un rey llamado Ezequías. Fue un rey excepcional entre los reyes de Judá. La misma palabra de Dios nos dice que: “ni después ni antes de él hubo otro como él entre los reyes de Judá”. Esto lo encontramos en el segundo libro de reyes, capítulo dieciocho, verso cinco en su parte b (2 Reyes 18:5b) ¿sabes por qué la biblia se expresa así de este rey? La respuesta está en la parte “a” del mismo versículo: “En Jehová Dios de Israel puso su esperanza”.
Tener nuestra esperanza en el Señor y confiar plenamente en Él, no es un llamado a desconfiar de nuestros semejantes. Por ejemplo, cuando abordamos un vehículo público, confiamos en el chofer del bus o camión que va conduciendo, esperando que no vaya a colisionar. Confiamos en el piloto del avión una vez abordamos su nave, esperando de que haga bien su trabajo. No. No es de ese tipo de confianza de la que hablo. De hecho, la Palabra de Dios nos dice en Proverbios 3:29: “No intentes mal contra tu prójimo, que habita confiado junto a ti.”
La confianza de la que vengo a hablarte es la de salvación, es decir, en donde tienes colocada tu esperanza. El diccionario VOX de Barcelona nos define esperanza de la siguiente manera: “Confianza de lograr una cosa o de que se realice algo que se desea.” y la confianza la define como: “ Esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de una forma determinada, o en que otra persona actúe como ella desea.” Esto me lleva a plantearme las siguientes preguntas retóricas ¿en dónde está nuestra confianza? ¿En dónde está nuestra esperanza en medio de esta pandemia del COVID-19?  ¿Está en una vacuna? ¿En las precauciones que tomamos para no contagiarnos? ¿En lo saludable de nuestro sistema inmunológico? ¿En dónde?
Obviamente tenemos que ser precavidos y cuidarnos físicamente, pero, ¿qué hay de mis pensamientos? Tengo una mascarilla y guantes para mis miembros físicos, pero ¿tendré mascarillas y guantes para mi alma?
La Biblia nos muestra en Efesios 6:10 la armadura del creyente. Haciendo un símil con una armadura de un soldado romano, el apóstol Pablo nos señala que debemos de colocarnos el yelmo de la salvación. Ahora bien, ¿qué era el yelmo? El yelmo era un casco que utilizaban los soldados romanos para proteger su cabeza en combate. Esto me lleva a meditar en lo delicado que es el que cuidemos nuestros pensamientos y en dónde deben de anclarse los mismos: en Cristo Jesús y en su Salvación.
Para ser más claro, en donde esté fundamentada tu esperanza o confianza, allí estará tu paz.
Cuando recibas malas noticias, cuando veas que todo se está poniendo peor, te invito a que digas como el salmista en el salmo veintisiete, verso 14
Salmos 27:14 Nueva Versión Internacional (NVI)
Pon tu esperanza en el Señor;
ten valor, cobra ánimo;
¡pon tu esperanza en el Señor!