El otoño transforma Polonia con 23 parques nacionales totalmente integrados en sus ciudades a lo largo del todo el país. Con la llegada del frío, la naturaleza reclama todo su protagonismo en ciudades como Varsovia, Cracovia y Poznan rodeadas de bosques centenarios, ríos y lagunas donde las diferentes tonalidades del paisaje evoluciona durante los próximos meses hasta fundirse en blanco con las grandes nevadas del invierno.

En “Piedra de Toque” nos atamos las botas de monte y salimos en busca de rutas en las que combinemos la tranquilidad de la naturaleza con la efervescente vida cultural de estas capitales siempre en plena transformación.

Arrancamos con la guía vasca Haizea Arpide asentada en Cracovia desde hace seis años y especializada en rutas gastronómicas por la ciudad a través de las diferentes comunidades que han habitado en ella. Para Arpide son de vista obligada para los amantes de la naturaleza el parque nacional de Oitzof, el más pequeño del país con más de 5.500 especies naturales en 14 kilómetros cuadrados. “Un parque de rutas sencillas y amplios paisajes por las antiguos rutas de comerciantes”, explica.