Descifrar una civilización perdida revela el desafío monumental emprendido por algunas de las mentes más brillantes del mundo académico para descifrar un misterioso idioma perdido hace mucho tiempo. Tomará más de 50 años y conducirá a una tragedia para todos los involucrados.
Sir Arthur John Evans, arqueólogo británico y pionero en el estudio de la civilización del Egeo en la Edad del Bronce. Es más famoso por desenterrar el palacio de Knossos en la isla griega de Creta. Sobre la base de las estructuras y artefactos encontrados allí y en todo el Mediterráneo oriental, Evans descubrió que necesitaba distinguir la civilización minoica de la Grecia micénica. Evans también fue el primero en definir las escrituras cretenses Lineal A y Linear B, así como una escritura pictográfica anterior.
Pero Lineal B fue descifrado por el arquitecto inglés y lingüista autodidacta Michael Ventris basándose en la investigación de la clasicista estadounidense Alice Kober que a su vez continuó con el trabajo realizado por Arthur Evans.