¿Podría Dios ordenarnos torturar bebés por diversión? Sonará extraño pero es lo que implica una de las soluciones propuestas a uno de los dilemas más famosos de la historia de la filosofía: el dilema de Eutifrón. El dilema dicho con otras palabras podría formularse así: "Lo bueno, ¿es bueno porque Dios lo ordena, o Dios lo ordena porque es bueno?". El dilema nos deja con la pregunta: ¿qué es previo o más importante, la ley moral, o la voluntad divina?
Por un lado estaría el intelectualismo, que antepone el intelecto de Dios a su voluntad y diría que "Dios lo ordena porque es bueno". Pero esto tiene algunos problemas para el teísta clásico, porque si Dios lo ordena porque es bueno, ¿acaso lo que es bueno lo es independientemente de Dios? ¿Podríamos decir que hay una ley moral independiente de Dios como un objeto platónico? En suma, si la ley moral no depende de Dios, entonces Dios no sería causa primera de todas las cosas y realmente no sería Dios con "D".
Luego vienen los voluntaristas, para salvaguardar la soberanía divina y proponen que la voluntad de Dios tiene una precedencia. "Lo que Dios quiere es lo bueno". Pero si bien esta solución mantiene a Dios como Dios con "D", nos deja implicaciones muy incómodas. ¿Podría Dios ordenarnos que torturáramos bebés por diversión? ¿Podría ordenarnos que le odiáramos y eso sería virtuoso? Visto así la moralidad parece algo arbitrariamente impuesto sobre nosotros. Nada quita que lo "bueno" pudiese ser otra cosa.
Pero si pensamos a mayor profundidad, con ayuda de Santo Tomás, nos damos cuenta que éste no es más que un falso dilema, y que hay una solución que nos deja con lo mejor de los dos mundos, conservando la visión de Dios como causa primera, y la objetividad de la ley moral.
Link al artículo del que hablamos: http://edwardfeser.blogspot.com/2010/10/god-obligation-and-euthyphro-dilemma.html
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