Desde el pasado 1 de enero, los residentes de 149 municipios españoles que cuentan con más de 50.000 habitantes tendrán que convivir con restricciones de movilidad como prohibición de acceso, de circulación y estacionamiento de los vehículos más contaminantes en determinadas zonas denominadas de bajas emisiones. Todo ello con el objetivo de mitigar los efectos nocivos de las emisiones de gases de efecto invernadero sobre el medio ambiente, combatir el cambio climático y mejorar así la calidad del aire de nuestras ciudades.
De acuerdo con un estudio de MSI para Sumauto, el 75 % de los vehículos que circulan por ciudades de más de 50.000 habitantes en España todavía son de combustión, con etiquetas A, B y C. Esto significa que más de 11 millones y medio de vehículos verán comprometida su circulación desde ahora, con la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones.
Se trata de una medida más, dentro de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, para promover el cambio modal hacia formas de transporte más sostenibles y el impulso de la eficiencia energética. Pero, aunque en el papel parece un camino fácil de transitar, la realidad es muy distinta, especialmente en lo que se refiere a la posibilidad de compaginar estas zonas de bajas emisiones con el derecho a la movilidad y al trabajo, con nuestra economía y con impedimentos como el precio del vehículo eléctrico o la falta de puntos de recarga.
Frente al desafío que genera la incertidumbre de todavía no saber con certeza cómo van a avanzar las normativas de cada municipio, el renting o alquiler de vehículos está llamado a jugar un papel clave en el proceso de adaptación del ciudadano y de las empresas a las ZBE, ofreciendo la posibilidad de acceso a vehículos más ecológicos, a los que muchos clientes no podrían optar si se decantaran por la propiedad.
Hoy, en Hora Verde, hablamos de las nuevas Zonas de Bajas Emisiones, ¿solución o problema?, con Juan Luis Barahona presidente de la Federación Nacional de Vehículos de Alquiler (FENEVAL).
Música: Kevin MacLoad