Me encanta referirme a este tema como «plantar semillas» y es que es tal cual.



Muchas oportunidades que somos capaces de generar no nacen espontáneamente sino que son el fruto de acciones pasadas que «plantamos» y han ido germinando.



Es una forma de referirme a ello que creo que explica muy bien por qué no solo tenemos que buscar las oportunidades inmediatas (que también) sino ir sembrándolas desde ya para que algún día (aunque no sepas cuando) germinen y generen más oportunidades.





Pero claro, para eso tenemos que trabajar mucho y tener paciencia, algo por lo que no todo el mundo está dispuesto a pasar.



Pero venga, os lo cuento en el episodio de hoy mientras yo me voy a escribir el siguiente.



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¡Hasta mañana!