Existieron en los 80 un gran número de películas que terminaron convirtiéndose en puntos cruciales de conversaciones cinéfilas en las que las palabras mítico y culto salen a pasear en varias ocasiones mientras que se relatan exageradas anécdotas personales y escenas favoritas a ritmo de pura nostalgia.
Las películas de la Cannon es responsable de algunos de mis más queridos y apreciados recuerdos cinematográficos, seguramente, también el de muchos. Pero como bien he dicho anteriormente hay películas que sobrepasaban los límites de las conversaciones en los patios del recreo, e incluso llegaban ser motivos más que suficientes para poner a prueba esos debiluchos bíceps que todavía en aquella época no se habían desarrollado.

Pero además había películas que a pesar de que aparecieran en su reparto actores consagrados no por sus buenas interpretaciones, si no por el gran elenco de metralletas y pistolas que poseían en la mayoría de sus papeles, podías verlas tranquilamente con el visto bueno de tu madre sin poner el grito en el cielo.

Hoy más que nunca hemos hablado de una parte de profunda de los ochenta pero que forma parte de una nueva cultura que se creó en esa época, para ello hemos contado con José (El pato Rojo) y Rafa (conocido como Bob, el campeón de pulsos) dos ochenteros de pura pura cepa. Además nos ha acompañado como es habitual el Javi García que nos ha traído una gran sección titulada “El remake de Stallone”, mostrándonos una nueva y reinventada trayectoria en los últimos años de este gran actor.

Y ya solo faltaba la opinión del Videoclubsero: siendo niño acompañaba a mi padre en su gigantesco camión tráiler los días de vacaciones verano. La palabra es increíble cuando tenías la sensación de dominar la carretera desde esa altura, y lo mejor de todo es que sabias que después de km y km al llegar a casa, el vhs nos estaría esperando a los dos.
Algunos luchan por dinero…, otros por la gloria…, el lucha por el amor de su hijo