NASA contrató teólogos, o por lo menos aportó a los fondos de investigación en la escuela de estudios teológicos de Princeton, tras la idea, según Andrew Davison, uno de los teólogos de la investigación, de cómo reaccionarían las personas a partir de su fe, frente a la posible noticia de que hubiese vida alienígena, vida extraterrestre.   
Aunque las conclusiones son básicas, la fe no se vería afectada, más bien las personas buscarían la fe para encontrar respuestas frente a un hecho tan extraño, me llama la atención varios puntos de esta noticia. Me mueve a la reflexión en torno no sólo de la fe sino de la responsabilidad de quienes decimos algo en medio de ella, de acompañar a las personas en cada faceta de realidad en la que viven.   
También me llama la atención de la diversidad religiosa en torno a la búsqueda de las respuestas. ¿Y si buscamos, miramos, intentamos entender y resolver con el otro en sus diferencias aunque sean opuestas a nuestras propias ideas?  Aquí intentamos reflexionar el evangelio en torno a esta noticia que nos dice muestra más que simplemente la contratación de unos teólogos en torno a cómo reaccionan las personas en su fe frente a la posibilidad de vida extraterrestre.

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