Cuando apenas comenzamos a invertir nos pueden salir muchas sensaciones de emoción, satisfacción, expectativas y optimismo porque estamos ya dando pasos hacia el camino correcto para crear un patrimonio a largo plazo. Pero también nos pueden llegar emociones de incertidumbre y incluso miedo a lo desconocido y el hacernos pensar si tomamos las decisiones correctas. 
Y estas emociones no tan positivas pueden suceder con mayor probabilidad si decidimos invertir y aún no hemos hecho nuestra buena gestión de nuestras finanzas personales y aún tenemos deudas y obligaciones que a largo plazo nos pueden arrastrar y detener de lograr nuestros objetivos.  
En este video vamos a explicar si realmente vale la pena invertir si aún tienes deudas y cuando simplemente es mejor enfocarte a pagar tus obligaciones para lograr una mejor posición financiera y estar un paso más adelante en tu camino como inversionista.  
0:00 No inviertas si no haces esto primero 
3:39 Deuda “mala” vs deuda “buena” 
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