Imaginemos el cuerpo como una guitarra, donde hay cuerdas que recorren la mente y el corazón.
Desde pequeños nos enseñan a ser mentales, hay que conseguir muchos logros y objetos materiales, en consecuencia, con los años vamos creando tensiones mentales.
La mente siempre está analizando, qué es lo mejor para tener una buena posición. Perder no es una buena opción, aunque signifique vivir una vida de angustia, incomodidad y tensión… 
Por otro lado, nos enseñan poco del corazón, es algo tan importante y jamás se nos explicó.
El corazón está conectado con la intuición, si lo aprendiéramos a escuchar, nuestra vida sería mucho mejor.
Pero no se puede vivir solo del corazón, ya que la vida es un desafío constante para aprender y evolucionar.
Cuando el equilibrio entre la mente y el corazón puedas lograr, la música de la vida contigo va a resonar.

Mi alma saluda a tu alma...