ALMAS OCULTAS

Por ALEJANDRA

Descripción:
Seis almas afines se encontraron en un rincón aparentemente remoto de la  red cibernética. Sofía, Isabel, Julián, Manuel, Mauricio y María: amigos unidos por el cariño, la camaradería y lo más importante, la pasión por la literatura.
A través de encuentros virtuales, estas seis almas forjaron vínculos invisibles, compartiendo risas, alegrías y sobre todo, historias. Durante tres años, la amistad cibernética de estos amigos, se fortaleció, pero anhelaban el toque humano, el calor de la presencia física.
Fue entonces cuando decidieron dar un paso más allá, desafiaron las barreras de lo digital para encontrarse personalmente. Y con un propósito en mente, dar vida a sus palabras y plasmar sus historias en papel. Así nació la idea de escribir una primera narración cada uno, luego continuaron escribiendo una segunda entrega de relatos. Con el paso de los años, mas relatos esperan pacientes para publicar nuevas historias.
"Almas Ocultas" es el testimonio de la amistad, una exploración profunda de las relaciones humanas, las pasiones, los conflictos y los secretos de estos personajes. Desde el dolor de la pérdida hasta la búsqueda de identidad, cada historia se entrelaza en un  emocionante relato que cautivará a los lectores y los transportará a un mundo donde la amistad es la musa y la literatura es el lenguaje común.
Sumérgete en este emocionante viaje entre letras y amistad, donde las almas se encuentran, los corazones se abren y las historias nacen en una danza eterna de la vida y el amor. ¿Estás listo para descubrir los secretos ocultos detrás de las páginas de "Almas Ocultas"

 

• Idioma: Español
• Editorial: ALEJANDRA
• Fecha de lanzamiento: 3 abr 2024
• ISBN: 9798224596331

ALEJANDRA

BIOGRAFIA Alejandra, vivo en españa desde 1992,  nací y crecí en Chile, en un entorno de clase media junto a ocho hermanos, siendo la menor de todos. Mi infancia estuvo marcada por la influencia de una madre autoritaria, lo que desde pequeña despertó en mí el deseo de trazar mi propio camino, desafiando las expectativas y normas familiares. Cuando tenía 14 años, me encontré frente a una decisión crucial: elegir mi futuro académico. Aunque mi madre deseaba que siguiera la senda universitaria, yo me sentía atraída por el mundo de la tecnología y la informática. Desafiando las expectativas familiares, opté por estudiar una carrera técnica. Siendo la menor de ocho hermanos, disfruté de ciertos privilegios en comparación con mis hermanos mayores, quienes empezaron a trabajar desde muy jóvenes. Mi padre trabajaba en una empresa dedicada a la manufacturación del cobre, mientras que mi madre era modista independiente y ama de casa. A medida que crecía, me sumergía en libros que abarcaban una amplia gama de géneros literarios, encontrando en la narrativa  un medio de expresión que resonaba profundamente conmigo. Escribía, notas, frases o  relatos que exploraban la complejidad de la experiencia humana y la naturaleza cambiante de la realidad.  Hoy en día, continúo explorando mi pasión, encontrando inspiración en las pequeñas alegrías y desafíos de la vida cotidiana. Con mi ordenador y como una necesidad, sigo escribiendo historias que invitan a los lectores a reflexionar sobre el significado del amor, la verdad y la belleza que se encuentra en las páginas de un  libro.  

Vista previa del libro

CAPITULO I

Este fue el comienzo de nuestra aventura, era como un viaje hacia lo desconocido que nos llevaría a los rincones más oscuros de nuestras almas, donde las verdades más profundas esperaban ser reveladas.

Planeamos un encuentro para el próximo puente de tres días que se aproximaba, decidí buscar el mejor lugar para nuestra primera reunión. Desde el primer momento, sentimos una conexión especial, como si todos necesitáramos la compañía del otro, manteniendo siempre el contacto, formamos un grupo de amigos con ideales similares y con ansias de vivir nuevas experiencias. Aunque no sabíamos mucho sobre nuestras vidas personales, sí compartíamos los mismos intereses intelectuales.

El día de nuestro encuentro se acercaba y me encargué de organizarlo todo. Elegí la Sierra de Guadarrama, ubicada entre la provincia de Madrid y Segovia, como el lugar perfecto para nuestra reunión, confiando en que les encantaría. Las opiniones en foros me ayudaron a tomar la mejor decisión y estaba ansiosa por descubrir aquel lugar que todos describían como  idílico. Pensé, es el  escenario perfecto para nuestro encuentro, donde la magia del lugar sería  una danza etérea de posibilidades infinitas.

Finalmente, llegó el viernes y quedamos para desayunar a las nueve de la mañana en la estación de Atocha para luego dirigirnos hasta la sierra de Guadarrama. También decidimos no viajar en coche, la idea era compartir juntos todo el tiempo posible desde el primer minuto. Fuimos llegando uno a uno y la atmósfera se llenó de abrazos, besos y presentaciones oficiales. Éramos Manuel, Isabel, Julián, Mauricio, Sofía y yo, María.

El desayuno transcurrió con mucha empatía y una gran excitación por comenzar nuestra aventura juntos. Nos dirigimos a la estación que nos llevaría al pueblecito donde se encontraba el hotel que había elegido, tras un par de horas de viaje, contemplando la exuberante belleza de la vegetación a través de la ventanilla del tren y disfrutando de la charla sin parar, en momentos el tiempo parecía detenerse, sumergiéndonos en un universo de tranquilidad y conexión.

Finalmente llegamos a nuestro destino, recorrimos un par de calles adoquinadas que dificultaban nuestros pasos, pero el entorno verde y frondoso nos recibió con su belleza en la entrada principal del hotel, un hermoso árbol cubría con sus enormes hojas y su gigantesco tronco todo el camino hasta la puerta.

En la recepción del hotel, una joven y guapa chica nos dio la bienvenida. Era septiembre y los turistas ya se estaban despidiendo, nos dirigimos a nuestras habitaciones y quedamos en reunirnos una hora más tarde en la entrada principal. Sin embargo, la emoción fue tanta que fuimos llegando uno tras otro antes de lo acordado, ansiosos por disfrutar nuestro encuentro en aquel lugar idílico.

Las primeras horas juntos fueron de risas, anécdotas compartidas y una conexión instantánea, descubrimos que nuestras aficiones eran más que similares y que teníamos mucho más en común.

Los días viernes y sábado fueron maravillosos, disfrutamos del clima, la tranquilidad y el entorno, lo más importante, sin embargo, fue habernos conocido, era algo que sabíamos que teníamos que hacer.

Después del desayuno, nos sentamos en la terraza del hotel, el sol tibio acariciando nuestras mejillas mientras las ideas flotaban en el aire.

De repente, una idea cruzó mi mente y les planteé a mis amigos, 'Chicos, ¿qué les parece si llevamos nuestra conexión un paso más allá?' Propuse con entusiasmo, dirigiendo mi mirada a cada uno de ellos. Este fin de semana nos ha permitido conocernos mejor, relajarnos y compartir nuestras ideas. ¿Qué tal si plasmamos nuestra creatividad en papel y llevamos nuestras conversaciones al ámbito escrito?

Las miradas de sorpresa se entrelazaron con sonrisas de anticipación mientras explicaba mi idea de escribir un relato cada uno.

Sí, ¡me encanta la idea!, exclamó Sofía, su entusiasmo palpable en su voz. Será emocionante ver qué historias podemos crear juntos.

Isabel asintió con energía, agregando: Creo que todos tenemos algo valioso que compartir. Será una experiencia única.

Manuel, con su característica calma, comentó: Es una excelente forma de plasmar nuestras experiencias y talentos en algo tangible.

Julián, con su mirada reflexiva, añadió: Podemos ofrecer diferentes perspectivas y emociones a través de nuestros relatos.

Mauricio, con su usual confianza, declaró: Será un proyecto inspirador. Estoy listo para empezar.

Sonreí ante la respuesta positiva de todos, sabiendo que esta idea nos uniría aún más.

¡Perfecto! Dije, sintiendo la emoción crecer en mi pecho. Tenemos seis meses para escribir nuestros relatos, luego los compilaré y estructuraré en un libro. Todos asintieron compartiendo la sensación de orgullo por lo que estábamos a punto de emprender.

En medio de nuestra conversación animada, Manuel me tomó de sorpresa al confesarme que tenía un secreto para revelarme.

¿Un secreto?, pregunté con una sonrisa juguetona, intentando aligerar el ambiente. ¡Espero que no sea demasiado escandaloso!.

Manuel rió suavemente antes de asentir con seriedad. ¡Es algo que he guardado por mucho tiempo, María, pero siento que puedo confiar en ti para compartirlo!.

Su confianza me abrumó, pero también me llenó de gratitud, estaba emocionada de que compartiera algo tan personal conmigo.

¡Estoy aquí para escucharte! Respondí, sintiendo una conexión especial entre nosotros mientras nos adentrábamos en nuestros mundos de secretos y sueños compartidos.

Así que le propuse al grupo que nos fuéramos a descansar y que al día siguiente, durante el desayuno, hablaríamos del tema con más detalle, nos quedaba aún todo el Domingo para charlar y disfrutar cada minuto.

Al día siguiente, nos reunimos para desayunar y luego nos dirigimos a la soleada terraza del hotel, donde pasamos toda la mañana inmersos en una apasionante discusión sobre cómo enfocar cada uno nuestro relato.

El entusiasmo palpable que inundaba la atmósfera del lugar era contagioso; cada uno de nosotros estaba impaciente por sumergirse en el proceso creativo que teníamos por delante, las ideas fluían libremente, chocando unas con otras en un baile frenético de inspiración.

Era evidente que este proyecto significaba mucho para cada uno de nosotros; era más que escribir simples relatos, era una oportunidad para explorar las profundidades de nuestra creatividad y dar voz a nuestras experiencias más íntimas.

Al final, todos coincidimos en que este ejercicio no solo se trataba de narrar historias, sino también de descubrir y expresar nuestro yo interior, de explorar los recovecos más oscuros de nuestra psique y sacar a la luz las verdades que estaban ocultas en lo más profundo de nuestro ser.

Al conocerlos, pude conocer un poco la personalidad y el carácter de cada uno de mis buenos amigos. 

Isabel, a quien llegamos a llamar Isa después de tres años, es una persona serena y observadora, capaz de escuchar atentamente, además, es empática y refleja seguridad en sí misma, con un claro don de mando.

Julián es un hombre muy agradable, su conversación es interesante y es evidente que es muy educado, tiene un carácter calmado, también divertido y extrovertido. 

Mauricio, con su cabello rubio y ojos azules casi transparentes, refleja una personalidad extrovertida y dicharachera. Él y Julián resultaron ser vecinos de barrio, lo que fue una sorpresa para ambos al descubrirlo después de iniciar su amistad. Con orgullo decían: Somos del gran barrio de San Blas, aunque vivían a pocos kilómetros de distancia uno del otro, nunca se habían visto antes. 

Manuel, en cambio, es un hombre callado que prefiere escuchar antes que hablar, cuando interviene, lo hace de forma pausada y reflexiva. Parecía tener cierto temor con respecto a este encuentro, lo cual añadía un aire de misterio a su personalidad.

CAPITULO II

Y así, el momento tan esperado llegó finalmente. Después de meses de preparación y reflexión, cada uno de nosotros tenía una historia que contar. Nuestro siguiente encuentro fue fugaz en comparación con el anterior; esta vez, no necesitábamos discutir sobre cómo enfocar nuestros relatos o buscar inspiración. todo estaba claro en nuestras mentes, cada uno tenía su historia lista para ser compartida con el mundo.

Con la emoción palpable en el aire, llegó el momento de intercambiar nuestras creaciones, uno a uno, cada miembro del grupo me hizo llegar sus relatos, envueltos en la ilusión y la expectativa de ser leídos y apreciados. Desde las profundidades de nuestra creatividad y experiencia personal, cada relato emergía como una expresión única de nuestra voz interior, listo para cautivar e inspirar a quienes tuvieran la fortuna de leerlo.

Con cada entrega, había un vínculo más fuerte entre nosotros, una red de apoyo y admiración mutua que trascendía las palabras escritas en las páginas.

A través de nuestras historias, compartíamos nuestras alegrías, nuestras penas, nuestras esperanzas y nuestros miedos más profundos. era un testimonio del poder de la narrativa para unirnos en nuestra humanidad compartida, para darnos cuenta de que, a pesar de nuestras diferencias individuales, todos compartimos las mismas emociones y anhelos universales.

Isabel, con su decidida valentía al cambiar de carrera y seguir su pasión por la educación, nos inspiró a todos. su amor por enseñar y su compromiso con el aprendizaje nos recordaron la importancia de seguir nuestros corazones, incluso cuando eso signifique desviarnos del camino tradicional. Sus relatos sobre los desafíos