Ostara: La guía definitiva del equinoccio de primavera y cómo se celebra en la wicca, el druidismo y el paganismo

Por Mari Silva

Learn everything there is to know about Ostara and celebrate an ancient tradition!

Have you ever wondered about the origins of Spring?

Do you have questions regarding how this season was celebrated?

Do you want to become one with nature and revive ancient traditions with your friends and family?

Celebrating the magical spring season through the Ostara, also known as the Spring Equinox, is an important marker for so many and has been for thousands of years. Whether you're new to Wicca or have been practicing for a few years, this is the guide to help you deepen your practice.

In this book, you'll:

• Get the inside deal on the Spring Equinox and the ways it has been celebrated by Druids, Pagans, and Wiccans throughout history.
• Learn how to create an altar and celebrate the season with key rituals.
• Discover the traditions and stories of Eostre and the Hare.
• Master delicious recipes that celebrate the abundance offered to us by the warm spring months.
• Learn all about magical gardening and how to create your own garden!
• Figure out the best incantations and prayers to pay tribute to this incredible time of the year.
• Master spells and rituals associated with this celebration.

This is your one-stop guide for all things Spring Equinox, with plenty of historical anecdotes, a nod to important customs, and plenty of fun tidbits strewn throughout the book.

So click the "add to cart" button now and gain a deeper appreciation for this important time of the year and its complex rituals!

• Idioma: Español
• Editorial: Mari Silva
• Fecha de lanzamiento: 10 sept 2022
• ISBN: 9798215890752

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Introducción

El arte y la práctica de la wicca se han extendido en los últimos años, y mucha gente está aprendiendo sobre sus singulares fiestas y tradiciones. Dado el caos de la nueva década y el nivel de incertidumbre en el que nos ha sumido el nuevo siglo, no es en absoluto sorprendente que la wicca haga una especie de reaparición. Es difícil encontrar otro sistema de creencias que pueda competir como forma de conectar con la naturaleza, sentir las estaciones, celebrar el cambio con menos ansiedad, estar más tranquilo y en paz.

Ostara es una de las fiestas wiccanas más importantes, que se celebra para conmemorar el comienzo del equinoccio de primavera. Es una fiesta esperanzadora que anima a la gente a marcar el renacimiento y la renovación de la naturaleza y la naturaleza cíclica de la vida.

A diferencia de otras guías sobre el equinoccio de primavera disponibles en el mercado, este libro no da por sentado el estudio, ni ofrece introducciones efectistas y de moda a la wicca. En sus manos hay un tomo de fácil comprensión y que pretende poner el estudio de esta importante estación al alcance de todos. Se trata de una antigua festividad celebrada durante siglos por druidas, wiccanos y paganos. Si bien es crucial tomarse en serio esta importante tradición y situarla en su contexto adecuado, esto no impide que los principiantes o novatos en la religión descubran esta alegre festividad. Al fin y al cabo, el Ostara o equinoccio de primavera forma parte de una larga serie de celebraciones destinadas a honrar la naturaleza cíclica de la vida humana. En efecto, es uno de los ocho sabbats de la rueda del año wiccana, y la idea de la fertilidad y el renacimiento se lleva más allá para honrar la creación del niño de la promesa por parte del dios y la diosa.

Esta guía le ayudará a conocer todos los maravillosos elementos que hacen que esta fiesta sea única. En realidad, hay bastantes elementos que se han transmitido a través de la historia de las celebraciones del equinoccio, sin que lo sepamos. Así como el muérdago y otras tradiciones nos recuerdan estrictamente a las fiestas de Yule, Ostara viene acompañada de muchos hermosos símbolos festivos. Los bollos calientes son más que la fuente de una canción infantil; tienen una forma que honra el símbolo nórdico de la rueda de la vida.

Asimismo, muchos de los animales que asociamos con la primavera tienen su origen en las celebraciones paganas de Ostara. El conejo puede ser nuestro símbolo más querido de la Pascua, y las empresas chocolateras han hecho caja con su imagen durante siglos. Sin embargo, la historia nos dice que este símbolo existe desde tiempos inmemoriales. La celebración tampoco estaría completa sin las violetas, los narcisos y todas las delicadas y coloridas flores que pueden ofrecer los meses de primavera. Por lo tanto, la celebración de Ostara es un reconocimiento al cambio de clima y a un elemento importante de la historia de la humanidad que a veces se deja de lado. Por suerte, este libro se dedica a ilustrar los conceptos clave de Ostara y a revivirlo de cara a una nueva generación de la forma más accesible posible.

Capítulo 1: Introducción a Ostara

Cuando la luz que se enciende en Yule, una fiesta observada por los pueblos germánicos y vinculada a Odín, la cacería salvaje y el pagano anglosajón Mōdraniht, se equilibran y luego superan la oscuridad, esto significa la época del año que conocemos como Ostara. Muchas brujas y paganos de todo el mundo celebran las ocho famosas fiestas representadas en la rueda del año.

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Ostara celebra la llegada de la primavera y el equinoccio de primavera. En ese momento del año, el sol se mueve a través de la línea que marca el ecuador. Durante esa jornada, el día y la noche se equilibran. Ambos duran las mismas horas del día. En el hemisferio sur, el equinoccio de primavera suele caer el 23 de septiembre. Sin embargo, Ostara suele caer el 21 de marzo, lo que coincide con el equinoccio de primavera del hemisferio norte.

La primavera cobra vida cuando llega el día de santa Brígida, marcado como Imbolc en la rueda del año. No es de extrañar que los símbolos que asociamos con la Pascua y la primavera, como los conejos y los huevos, sean también características significativas de Ostara. Ostara, o Eostre, probablemente le suene mucho a Pascua. Pues así es, y hay una buena razón para ello. Parece que la Pascua comenzó como Ostara. El Concilio de Nicea dictaminó que la Pascua tendría lugar el domingo siguiente a la primera luna llena que sigue al equinoccio de primavera, en el año 325 a. C.

Como acabamos de mencionar, Eostre, la diosa celta del amanecer, junto con la fertilidad de la primavera, se celebra a través de Ostara. El nombre de la diosa resulta ser muy similar a la palabra Pascua. También significa Este, que es la dirección de la salida del sol. Por ello, esta época del año, junto con su celebración celta, es ideal para fijar objetivos y actuar.

Hay que tener en cuenta que la celebración popular de Ostara ha sufrido diversos cambios a lo largo de la historia. Del mismo modo, ha tenido diferentes significados y símbolos ligados a ella a lo largo de los años. De hecho, las tradiciones actuales sugieren que la fiesta celebra el día en que Pan, el dios de los cuernos, renace y, por tanto, se reúne con su consorte, la diosa.

Otra razón por la que se cree que la Pascua deriva de Ostara es que la alegría y la fiesta son aspectos importantes de la celebración. Esta fiesta es también el momento en el que la gente tiende a realizar una limpieza ritual, que les ayuda a deshacerse de los viejos e inútiles patrones y a dejar espacio para la renovación.

Los orígenes de Ostara se remontan a los pueblos celtas y germánicos. La fiesta proviene de las historias que solían compartir sobre la diosa. El equinoccio de primavera, también conocido como el primer día de primavera, no solo lo celebraban los celtas y los pueblos germánicos, ni siquiera todo el norte de Europa. De hecho, el equinoccio de primavera es un acontecimiento importante en muchos países y culturas de todo el mundo, como India, Nepal, Portugal, China, Kurdistán, Uzbekistán, Egipto, Persia, Roma, Turquía y Afganistán.

Los antiguos romanos celebraban la Hilaria, que eran fiestas religiosas que honraban a Cibeles, la madre de los dioses. Los seguidores de esta diosa creían que tenía un consorte que había nacido a través de un parto virgen milagroso. El consorte se llamaba Atis, y resucitaba cada año tras su muerte durante el equinoccio de primavera del calendario juliano.

Una pirámide llamada El Castillo, situada en la ciudad maya mexicana de Chichén Itzá, simboliza la alternancia del día y la noche. Esta pirámide estaba dedicada a la deidad indígena maya de la serpiente Kukulkán. Cada equinoccio de otoño y primavera, el sol brilla en la escalera norte de la pirámide de 79 pies de altura y crea la ilusión de una serpiente que se arrastra lentamente por ella durante el final de la tarde. La serpiente sigue bajando por la pirámide hasta encontrarse con una enorme escultura de una cabeza de serpiente, situada en la base de El Castillo. Durante diez siglos, los indígenas mayas de Centroamérica han celebrado su propia fiesta del equinoccio de primavera.

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Hasta hoy, muchos persas celebran el equinoccio como el año nuevo o Noruz. Los aqueménidos, una dinastía de reyes persas, celebraban el equinoccio de primavera con la fiesta del Noruz. Noruz se traduce como nuevo día, una celebración de la renovación y la esperanza, un tema común que gira en torno a la primavera. Los persas también celebran el equinoccio de primavera con otro festival justo antes del Noruz. Esta celebración, llamada Chahar Shanbeh Surí, consiste en purificar las casas y saltar sobre el fuego. Es increíble cómo estos países pueden tener tan poco en común y, sin embargo, mantienen creencias relativamente similares sobre un periodo específico del año. Esto demuestra lo increíble que es la llegada de la primavera.

En este capítulo, exploraremos la historia y el origen cultural de Ostara. También encontrará todo sobre la conexión entre Ostara