El Amor De Dios

Por Verónica del Valle

Este libro es una gua para aquellas personas que quieren transformar su vida y ayudar a otros con una palabra edificante. La palabra del Seor nos ensea que si realmente Dios est en nuestro corazn, debemos amarnos los unos a los otros, tolerarnos y perdonar a los que nos han ofendido por medio de la fe. La fe es la que nos atrae a la presencia de Dios, al carecer de ella, no podemos recibir a Cristo como nuestro Seor y Salvador personal; ni confiar a Dios nuestras necesidades. Es muy importante saber que el perdn no exime de culpa al ofensor pero si libera al ofendido.

Dios quiere unir a la familia a travs del altar familiar, y mostrar su gloria, sin importar cun difcil sea tu situacin. Es muy importante entender que Dios quiere bendecir nuestro hogar, nuestra pareja, hijos, salud, trabajos, finanzas, y todo lo que nos rodea. La gracia no hace que el dar sea opcional, sino, es privilegio y responsabilidad de cada cristiano; como la manifestacin concreta de su amor hacia Dios.

El mundo est sediento de ver seales, prodigios y maravillas, pues el mismo Cristo dijo: estas seales os seguirn. Seguirn a los que crean en mi nombre y ellos mismos pondrn las manos en los enfermos y estos sanaran. Es tiempo de grandes retos. Qu bueno que Dios nos plant en este tiempo, ya que, mientras nuestras naciones son afligidas, la Palabra augura crecimiento!

Este es el momento de Dios para conquistar y usted y yo escribiremos esa historia. Dios nos quiere llevar al lugar correcto, a la tierra frtil, lista y precisa, en la que invirtamos nuestros mejores das. Aunque hoy con lgrimas sembremos, maana con mucho gozo recogeremos; la mies es mucha y los obreros pocos. Hay un mundo esperando gente comprometida.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 21 oct 2014
• ISBN: 9781463391539

Verónica del Valle

Verónica del Valle, es venezolana de nacimiento, procedente de Maracaibo estado Zulia. Junto a su esposo, el Pastor Javier Fernández, fundaron y han pastoreado por más de 18 años el Ministerio Internacional Nueva Vida, además Dios les ha dado el privilegio de fundar 5 Iglesias más, en el estado de Carolina del Norte y Carolina del Sur. Verónica ha trabajado en radio por más de 10 años con el programa “Para Ti Mujer” que se transmite en los estados de Virginia, Carolina del Norte y Carolina del Sur a través de un grupo de Emisoras Cristianas que conforman la Cadena Radial Nueva Vida, la cadena radial cristiana más grande de la zona este de los Estados Unidos, cuyos fundadores son Verónica y su esposo Javier Fernández. Verónica junto a su esposo, El pastor Javier Fernández han creado "Nueva Vida Magazine", un periódico cristiano, dirigido a toda la comunidad hispana, donde se publican artículos de fe y esperanza.

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DEDICATORIA

A Dios padre, Hijo y Espíritu Santo fuente de mi inspiración y anhelo de escribir lo que ha estado en mi corazón. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo Efe 1:3, A Él sea la gloria, el honor y el imperio por los siglos de los siglos…..

A mi amado Esposo, el pastor Javier Fernández quien me ha motivado todos estos años a escribir este libro y porque unidos en el Ministerio, hemos trabajado para el reino de Dios.

A mis hijos Raquel, Samuel y Daniel Fernández mis tesoros que Dios me dio y que han trabajado a mi lado pastoreando por más de 18 años.

A mis padres, a quienes amo y admiro Guido Alonso y Edith Tapia.

A mis bellos suegros Félix y Lérida Fernández que han sido ejemplo e inspiración para mi vida.

A las Familias de mi Iglesia El Ministerio Internacional Nueva Vida de High Point.

A todos aquellos que quieren meditar en la palabra para ser transformados y renovados…

AGRADECIMIENTOS

La palabra nos enseña a honrar a los que honra merecen y de esta manera deseo honrar y dar gracias a Dios por todas aquellas personas que me han colaborado en la presente obra.

También quiero exaltar a cada miembro del Ministerio Internacional Nueva Vida de High Point, especialmente a Yule Medina y Gil Vargas quienes me ayudaron a recopilar todo el material de prédicas y estudios, publicados en nuestro periódico cristiano Nueva Vida Magazine, mil gracias a todos por su apoyo y su amor.

Con amor y sumo gozo deseo que cada palabra de este libro transforme vidas y que el poder del Espíritu Santo sea ministrando los corazones.

PROLOGO

En este extraordinario libro de la profeta Verónica del Valle, Dios le ha dado palabras de alta sabiduría que harán que tu vida nunca más sea igual, Dios le ha dado una palabra clara y llena de mucho amor para tu vida. Definitivamente estamos viviendo días de retos y tiempos acelerados y de gran expectativa mundial respecto al gran mover de Dios sobre la tierra, es por eso que el libro que tienes en tus manos es clave y te ayudará en 7 áreas de tu vida.

1.  Te ayudará en tu vida íntima.

2.  Te ayudará en tu vida familiar.

3.  Te ayudará con estrategias para ayudar a otros.

4.  Te ayudará a corregir con sabiduría detalles que pueden ser de tropiezo.

5.  Te ayudará el resolver aspectos de familia y financiero.

6.  Te ayudará para los días venideros a ser mayor.

7.  Te ayudará en cada meditación en tu relación con Dios.

El planeta está viviendo muchos cambios y en este tiempo Dios está levantando personas claves, una de ellas es la Profeta Verónica del Valle. Le felicito Profeta por tener esta gran obra, tengo la seguridad que te edificará y te ayudará crecer en todo, disfrútelo y compártalo con otros. Verónica, comenzaron los mejores días!

Dr. Marcelino Sojo

B W Global University

Instructor

EL AMOR DE DIOS

"En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados". 1ra. de Juan 4:10

Introducción

Quiero expresar en este capítulo acerca de amar a tu prójimo, creciendo espiritualmente y regenerando tu corazón en el amor del Señor, porque el amor de Dios es grande y poderoso. Porque el único dador del amor se llama Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Él nos da de ese amor que nos ha salvado, ese amor que nos ha dado vida con Cristo Jesús, ese amor tan grande que nos ha libertado del pecado y nos ha dado la seguridad de tener el Espíritu Santo en nuestras vidas. El amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su hijo en propiciación por nuestros pecados. La gente dice tener amor en su corazón pero odia a su prójimo, la gente dice tener a Dios en su corazón pero odia a sus hermanos y andan en enemistad con sus familiares, no se soportan. La palabra del Señor nos enseña que si realmente Dios está en nuestro corazón, debemos amarnos los unos a los otros, tolerarnos y perdonar a los que nos han ofendido. Es necesario que la Iglesia se vista del Amor de Dios, porque todo aquel que confiesa y diga que El Señor es mi Salvador, necesita vestirse del amor de Dios.

a. El Amor de Dios, No es egoísta: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". (Mateo 22:39), La cultura que nos rodea nos enseña a concentrarnos en nuestra apariencia, nuestros sentimientos y nuestros deseos personales como si fueran la prioridad fundamental. Parece que el objetivo es buscar el mayor nivel de felicidad que sea posible. El egoísmo es lo opuesto al amor, porque el egoísta siempre se centra en sí mismo y no es sensible a otro individuo ni a lo que éste necesita o desea. Mientras que el amor se preocupa por la otra persona y se da libremente.

Cuando un esposo pone sus intereses, sus deseos y sus prioridades antes que su esposa, es una señal de egoísmo. Cuando una esposa se queja sin parar, del tiempo y la energía que gasta para satisfacer las necesidades de su esposo, es una señal de egoísmo. Las parejas amorosas (las que disfrutan del propósito pleno del matrimonio) se empeñan en cuidar bien al otro ser humano con quien comparten la vida. Esto se debe a que el verdadero amor busca maneras de decir sí. Cuando le das prioridad al bienestar de tu pareja, hay una satisfacción que las acciones egoístas no pueden copiar.

El egoísmo no sólo hace sufrir a otras personas y nos hace pecar contra ellas, sino que también perjudica nuestra alma. Nosotros lo alimentamos con todo lo que desea nuestro ego de tal forma que ya no queda lugar para la vida espiritual, para la morada del Señor Jesús en nuestros corazones. Si creemos en Jesús y continuamos dominados por el egoísmo, llevamos una vida cristiana imaginaria, y pertenecemos a los hipócritas. Al entregar nuestras vidas a Jesús, lo primero que le concedimos fue el derecho a permanecer en nuestras vidas: "y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos." (2 Co.5:15).

b. El Amor de Dios, es imparcial: "Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto". (Deuteronomio 10:19) Dios nos enseña amar imparcialmente, El estableció que cada ser humano fuera diferente, pero todos somos objeto de Su amor. Él manifiesta Su gran amor a todas las personas por igual. Dios No creó a personas a las que ama menos y a otras a las que ama más. Dios no hace distinción de personas, No ama a la gente de cierto color de tez más que a la de otro. Que fácil nos resulta compartir con personas que nos aman, pero que difícil es compartir con aquellos que no sienten la misma química con nosotros. Debemos amar a todas las personas por igual. Jesús entregó Su vida por toda la humanidad. El manifestó el máximo amor posible al morir en la cruz.

c. El Amor de Dios, es abundante: "Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros". (1ra. Tesalonicenses 3:12). Dios es Amor, y su amor es muy diferente al amor humano. El amor de Dios es incondicional y no se basa en sentimientos o emociones. No nos ama porque nosotros seamos fáciles de amar o porque le hagamos sentir bien; él nos ama porque él es amor. Él nos creó para tener una relación amorosa con él y sacrificó a su propio hijo (quien también estaba dispuesto a morir por nosotros) para restaurar esa relación. Esta clase de amor expansivo solo se logra porque proviene de los recursos ilimitados de Dios, no de un suministro que disminuye.

d. El Amor de Dios, es invariable: "Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin". (Juan 13:1) El amor de Dios hacia nosotros no es variable, es decir no se flexiona, no cambia o se altera de forma o manera, se mantiene intacto. Él mantuvo su amor, soportó el rechazo, la persecución y el abandono. Sufrió, padeciendo maltrato, dolor extremo emocional, mental, físico, burlas, injusticia y muerte de malhechor sin serlo. Murió como pecador sin ser uno, a causa de nosotros para librarnos del castigo de la muerte eterna destituidos de la Gloria de Dios Padre y ofrecer el perdón de pecados a todos cuantos se arrepientan y en Él creen, su amor se mantuvo inalterable llegando al final de su cumplimiento terrenal en el propósito divino y espiritual.

e. El Amor de Dios, es divino: "Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. (Juan 15:9) El amor de Dios procede de lo alto. Se origina en Dios Padre. El amor de Dios opera en la divina persona de su Hijo Jesucristo. Jesús mismo declara esta verdad y a su vez es quien nos invita a quedarnos en amor. Consideremos por ejemplo: Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor". (Juan 15.9)

f. El Amor de Dios, es abnegado: "Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. (Juan 15:13) Jesús obedece al Padre, está de acuerdo en ser entregado mostrándonos así que nos ama con el mismo amor del Padre. Ciertamente esta actitud de servicio y de entrega que nace del amor se manifiesta en todos los momentos de la vida de Jesús. Pero él sabía que el amor exige dar la vida. Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin". (Juan 13:1) Los últimos