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Conjuración
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Libro electrónico129 páginas1 hora

Conjuración

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Un verdadero relato de la magia hoodoo y vudú tal como se practicaba en tiempos antiguos.

El arte mágico del hoodoo ha sido incomprendido desde su existencia. Con este tesoro histórico, serás capaz de observar un genuino estilo de hechizos usado por los practicantes antiguos, incluyendo hechizos del Doctor Buzzard, Marie Laveau, Zora Naele Hurston y otros. Esta nueva edición esta convenientemente organizada por hechizo para una fácil referencia.

Conjuros para:

BOLSAS DE CONJURO, MANOS, MOJOS Y GRISGRÍS – BOTELLAS Y CALABAZAS – SELLOS Y ESCRITURAS SAGRADAS – DANZAS – HECHIZOS DE AMOR – FIDELIDAD – MATRIMONIO – REMOVER RIVALES AMOROSOS – REGRESAR AMORES PERDIDOR – HECHIZOS DE DINERO – GANAR AL APOSTAR – ÉXITO EN LOS NEGOCIOS – CONSEGUIR EMPLEO – VICTORIA EN LA CORTE – ESCAPAR DE PROBLEMAS LEGALES – SALIR DE LA CARCEL – EVADIR LA CAPUTRA – GANAR JUSTICIA – HECHIZOS DE EMBRUJO, DAÑO Y MUERTE – MUÑECAS VUDÚ – PROTECCIÓN Y REMOVEDOR DE EMBRUJOS – REMOVER BRUJERIA Y CONJUROS

¡Más de 160 hechizos!

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento11 abr 2020
ISBN9781071538661
Conjuración

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    Conjuración - Talia Felix

    INTRODUCCIÓN

    Un mago con túnica, con una larga y blanca barba que habita los solitarios bosques, bajo la luz de una luna llena. Con su larga e intrincada varita tallada, él dibuja un círculo en la tierra y lo rodea con garabatos, signos y símbolos escritos. Al final él se posiciona en el centro, grita unas extrañas palabras, quizá lanza un puñado de polvo mágico al aire – y ¡poof! Ante él se levanta un colorido demonio cornudo, ¡Con ojos resplandecientes y un físico que sería la envidia de cualquier luchador profesional!

    El demonio dice, ¿Por qué me has conjurado ante ti?

    El mago dice Necesito que me hagas ver exactamente como Ariana Grande y me hagas cantar exactamente como ella y así pueda obtener un trabajo en Canal 5 El demonio lo hace, y todo pasa como el mago lo quería. El fin.

    Para muchas personas, esto es aproximadamente lo que piensan al escuchar la palabra conjuración. ¿Seguramente esto muestra un acto de ordenar que algo aparezca de la nada? ¿No es eso lo que conjuro significa? Sin embargo, cuando hablamos de magia de los viejos tiempos, el termino conjuración es una palabra que fue usada ampliamente, especialmente en los siglos XVIII y XIX, para referirse virtualmente a cualquier estilo de arte mágico, incluyendo entretenimiento practico (trucos de magia) y ritos religiosos realizados para provocar eventos sobrenaturales; no estaba necesariamente restringido al invocar espíritus o a la aparición espontanea de objetos.

    Cualquier magia era conjuración, desde los cantos para los espíritus ancestrales de los Indios Americanos, hasta el saltimbanqui jalando una interminable cinta colorida desde su manga.

    Aquellos que estudian la práctica del hoodoo y el vudú es probable que sepan el termino conjuración: Aparece como un eufemismo común para esta vieja manera de estilo de arte mágico, el cual, para hechizos funcionales, puede hacer uso de cualquier ritual desde rituales de velas encendidas hasta la reutilización creativa de suministros médicos.

    En el uso actual, el Vudú (propiamente capitalizado) hace referencia a una práctica religiosa que combina creencias africanas y católicas en un sistema unificado, el cuál es basado en la religión africana del Vodoun. No todos los practicantes del vudú necesariamente usan magia, pero se les permite usarla. El vudú es practicado en todos lados donde se encuentren sus devotos, es bien sabido que hay una gran cantidad de seguidores en Haití, Republica Dominicana y Nueva Orleans. El Hoodoo, por otro lado, se refiere a un únicamente estilo de magia americano, que no es por sí mismo religioso, aunque podrían usarse elementos religiosos en su práctica.

    La palabra hoodoo no apareció en el inglés hasta mucho después de que los cuentos de este tipo de magia folclórica fueron bien conocidos, y no siempre fue usada para designar algo separado del vudú. En 1930, las dos palabras fueron consideradas sinónimos, y muchas personas las usaron indistintamente hasta esos días. La primera documentación que pude encontrar de la palabra hoodoo, relacionada con magia aparece en 1870, en "Lippincott’s Magazine" como The Hoodoo. Ahí parece referirse específicamente a un practicante del vudú, pero la documentación muestra que se convierte en sinónimo de vudú en unos pocos años. El origen de la palabra es desconocido – Es usualmente asumido a una variante de la palabra Vudú. El registro más antiguo de está, sin embargo, parece ser en una historia de 1865 sobre una expedición en África, donde hoo-doo era claramente el nombre de un animal nativo. Aquí podría haber sido una representación del kudu, una especie de antílope africano.

    La sociedad predominante no aprobaba la magia antes en el pasado como lo es hoy en día, y aquellos quienes lo ponen en práctica fueron señalados por la gente de mentalidad más racional como ineducados y por los más supersticiosos como adoradores del diablo. Esta mentalidad continua incluso hoy: sobre el público en general, quienes tienden a solo saber sobre hechizos mágicos a través de películas y novelas; las nociones del hoodoo y el vudú son muy combinadas y ambas son frecuentemente percibidas como una forma inherente de magia maligna, o una práctica que se enfoca solamente en maldiciones y hechizos dañinos. En realidad, es probable que cualquier practicante de hoodoo tenga cosas mucho mejores que hacer con su tiempo antes que causar maldiciones sin sentido y muertes; es más a menudo que el estilo de magia del hoodoo sea usado para atraer suerte, amor, dinero y otros bienes de la vida.

    Sobre los practicantes reales, nunca se ha tenido reputación sobre ser capaces de crear grandes y fantásticos cambios, no hay hechizos de millonario instantáneo o magias para convertirte en Ariana Grande – pero fue muy dilecta por sus poderes en tratar los problemas del día a día.

    Como el vudú, el hoodoo es tradicionalmente asociado a afroamericanos; y mientras el hoodoo es ostensivamente derivado de prácticas mágicas africanas que fueron traídas a los suelos americanos por la trata de esclavos, el hoodoo nunca se convirtió en hoodoo hasta que estas prácticas fueron cambiadas y embellecidas con otras creencias americanas. Un cierto autor que floreció alrededor del siglo XX, llamado Charles W. Chesnutt (Quien interesantemente tuvo sangre mesclada; él mismo se consideraba negro, aunque admitió que era 7/8 de blanco) escribió la siguiente opinión del tema de conjuración:

    Probablemente creció, en primer lugar, fuera del fetichismo africano… Ciertas características, también, sugieren una distante afinidad con el vuduismo, o el adorar las serpientes, un culto que parece ser nativo de la América tropical. Estas creencias, las cuales en su lugar de origen tenían todas las características de religión y de costumbres sociales que se convirtieron, en la sombra de la civilización del hombre blanco, en un pálido reflejo de su antiguo ser. En ese tiempo, también, ellos fueron mezclados y confundidos con la brujería y fantasmearía del hombre blanco con los trucos y alucinaciones del conjurador indio.

    Él escribió esto en el año de 1901, apenas más de cuarenta años después de la llegada del último barco de esclavos a los Estados Unidos. Ya era reconocido que era un revoltijo de estilos, y algo más que africano.

    Hoy existen algunos grupos que han insistido que el hoodoo es solamente una práctica negra y que para los no-negros es un tipo de apropiación cultural¹; pero aparece, de hecho, que gran parte de los que tienen la creencia de que los afroamericanos eran los únicos practicantes del hoodoo nacieron de ideas racistas del pasado. Leyendo recursos históricos, es bastante evidente que actividades idénticas pudieron ser representadas diferentemente dependiendo si una persona negra o una persona blanca participaban en ellas. Un hombre blanco cargando una pata de conejo de la suerte podría ser visto como supersticioso o atrasado, pero generalmente era ignorado y tomado como un capricho personal; mientras que, un hombre negro con una pata de conejo obtendría dos párrafos burlones sobre la obsesión primitiva de toda la raza negra con tales fetiches nacidos del vudú. En otras palabras, las personas blancas que practicaban la magia era algo normal y difícilmente valía la pena mencionarlo; una persona negra practicando magia era apantallante y valía para escribirse libros enteros. Es esta inclinación en la documentación temprana que causa una impresión artificial que solo en su mayoría eran las personas negras quienes utilizaban la magia en los Estados Unidos, cuando está claro que no era tal caso. Gracias a la digitalización de varios libros y artículos, se ha convertido en tarea fácil buscar por información por palabras claves, y esto nos permite ver a una población más diversa quienes cargaban con bolsas de amuletos, removiendo embrujos y haciendo símbolos mágicos – incluso si el tema principal del contexto familiar era la agricultura o la política.

    En las tempranas fuentes americanas, uno algunas veces encuentra las practicas derivadas de África catalogadas como obeah, una palabra la cual terminó de ser usada en referencia a la práctica de la magia en los Estados Unidos para la mitad del siglo XIX. En su lugar términos como Voodoo (1850), Hoodoo (1870), y Goopher (1887). Los términos brujería y conjuración podían referirse a magia de cualquier tipo, y fueron usados sin atribuir a raza o técnica.

             

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