Zodíaco: Guía para encontrar las potencialidades de cada signo

Por Pedro Engel

Desde la Antigüedad, la observación de la conformación de los astros al momento de nacer constituyó un instrumento válido para el conocimiento de los seres humanos. Los astros nos entregan sabios mensajes acerca de aquello que debemos aprender en cada momento y en cada etapa de nuestras vidas, a partir de la ubicación de los planetas en el cielo. Si bien esta ubicación es única para cada persona, nos sirve para revisar un poco nuestra psique profunda y la manera como actuamos y enfrentamos la vida.

El Zodíaco es una fuente inagotable de sabiduría, la cual radica en el conocimiento que podemos obtener de nosotros mismos. A través de los mitos asociados a cada uno de los signos que lo componen, es posible iniciar un viaje hacia una poderosa lección que nos ayudará a aprender a vivir mejor.

Este libro busca configurarse como una guía para que cada persona que se sumerja en las particularidades de su signo pueda encontrar aspectos de la personalidad que trasciendan el plano personal, llegando a un plano más universal.

PEDRO ENGEL

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Catalonia
• Fecha de lanzamiento: 2 mar 2018
• ISBN: 9789563245943

Vista previa del libro

Introducción

INTRODUCCIÓN

El Zodíaco es una fuente inagotable de sabiduría, la cual radica en el conocimiento que podemos obtener de nosotros mismos. De esta forma, a través de los mitos asociados a cada uno de los signos que lo componen, podemos iniciar un viaje hacia una poderosa lección que nos ayudará a aprender a vivir mejor.

La denominación Zodíaco proviene de Babilonia, alrededor del año 2000 a. C., donde se creó un calendario que les permitía observar el paso del tiempo a partir de las constelaciones de estrellas que marcaban diferentes periodos.

Debido a que algunas de estas constelaciones tienen nombres de animales, la palabra Zodíaco deriva finalmente del término griego zoon, que significa animal.

Quien determinó en forma más exacta la división del cielo en doce espacios fue Ptolomeo, quien en su tratado astronómico Almagesto, por una parte, rescata la división clásica zoroástrica, y por otra, define con mayor claridad las constelaciones que componen el Zodíaco.

Existe otra teoría, planteada por el científico Isaac Newton, que sostiene que los nombres de estas doce antiguas constelaciones zodiacales provienen de una suerte de homenaje realizado por los griegos al mito de Jasón y los argonautas, quienes emprendieron una larga aventura para encontrar el vellocino de oro. De esta forma, Aries representaría el mismo vellocino, Heracles es el signo Leo, quien usaba la piel del león de Citerón, Géminis da cuenta de los gemelos Cástor y Pólux, la sacerdotisa del templo que cuidaba al vellocino es Virgo, entre otros.

Como se puede constatar, la observación del cielo fue una excelente herramienta de cálculo y fundó las bases de la astronomía y de la astrología. La astrología, o estudio de los astros, estaba unida a la astronomía, alejada de las meras supersticiones, sin embargo, en Roma comenzó tímidamente una persecución a la astrología que se acrecentó en la Edad Media.

Desde la Antigüedad, la observación de la conformación de los astros al momento de nacer constituyó un instrumento válido para el conocimiento de los seres humanos.

De esta forma, es posible sostener que los astros nos entregan sabios mensajes acerca de aquello que debemos aprender en cada momento y en cada etapa de nuestras vidas, a partir de la ubicación de los planetas en el cielo. Si bien esta ubicación es única para cada persona, nos sirve para revisar un poco nuestra psique profunda y la manera como actuamos y enfrentamos la vida.

Cada uno de los signos que componen el Zodíaco cuenta con un mito originario. Los mitos pertenecen a la historia espiritual y social de nuestra cultura, siendo de gran ayuda para encontrar la esencia de lo que somos y de nuestro aprendizaje en esta vida.

El mito se caracteriza por relatar hazañas de seres sobrenaturales, grandes gestas donde se manifiestan ciertos poderes sagrados. Mircea Eliade sostiene que los mitos nos revelan ritos y actividades humanas trascendentes, que han perdurado a través de los tiempos en forma simbólica, los cuales se han reproducido como modelos arquetípicos en la mente de la humanidad. Por ende, el hecho de conocerlos nos permite conectarnos profundamente con nuestros orígenes, y de esta forma entender a nuestra cultura y nuestra individualidad, revelándonos sabidurías ancestrales.

El presente libro busca configurarse como una guía para que cada persona que se sumerja en las particularidades de cada signo pueda encontrar aspectos de su personalidad que trasciendan el plano personal, llegando a un plano más universal. Por ello, cada signo contiene una breve reseña de los símbolos asociados a la constelación y su representación.

Cálculo del ascendente

CÁLCULO DEL ASCENDENTE

Cuando nos preguntan ¿Cuál es tu signo zodiacal? por lo general las personas mencionan el signo bajo el cual uno ha nacido, es decir, donde se encontraba el Sol al momento de nacer, o signo solar.

Sin embargo, un factor importante que determina ciertas conductas o formas de expresarse o mostrarse frente al mundo está dado por el signo del ascendente.

El ascendente es aquel signo que estaba en el horizonte en el momento en que usted nació y que lo va a influenciar directamente. El ascendente proporciona ciertas características que ampliarán la visión que cada persona tenga sobre sí misma, pudiendo ser de gran ayuda para entender mejor su forma de actuar y las actitudes que tome en la vida. Estas características se pueden observar en la forma que tiene cada persona de actuar frente a los demás y la manera como se expresa la personalidad, así como también da cuenta de la apariencia física.

Es bueno considerar conocer a cabalidad su ascendente y cómo funciona con su signo solar, si quiere relacionarse bien con el entorno. Al mirar detenidamente el ascendente, le ayudará a clarificar su posición y a conseguir relaciones personales más duraderas y profundas.

Si conoce la hora y el lugar de su nacimiento, usted puede determinar cuál es su ascendente.

• Considere que las dos primeras horas después de la salida del sol corresponden al ascendente de su mismo signo solar o de nacimiento.

• A partir de esa hora, se deben ir sumando de a dos horas por cada signo, siguiendo el orden normal del Zodíaco, hasta llegar a la hora correspondiente.

• Observe a qué signo ascendente correspondería, según el anterior cálculo.

Por ejemplo, usted nació un día 25 de marzo, su signo solar es Aries, y su hora de nacimiento son las 6 de la tarde.

En marzo, su ciudad natal amanece a las 7 a.m., por lo que entre esa hora y las 9 de la mañana nacieron los Aries con ascendente Aries; entre las 9 y las 11 hrs los arianos tendrán ascendente Tauro; entre las 11 de la mañana y la 1 de la tarde, los ascendente Géminis; los arianos con ascendente Cáncer nacieron entre las 13 y las 15 hrs, así como los de ascendente Leo nacieron entre las 15 y las 17 horas. Para nuestro ejemplo, la persona en cuestión ha nacido entre las 17 y las 19 horas, por ende, sería un(a) Aries con ascendente en Virgo.

Haga su propio cálculo considerando la hora aproximada de salida del sol en su ciudad natal, en la fecha correspondiente a su nacimiento, y vaya sumando de a dos horas por cada signo en el orden normal, hasta alcanzar el tramo correspondiente a su hora de nacimiento.

Esta es una forma aproximada de conocer su signo ascendente, pero si quiere determinarlo con mayor exactitud, necesitará que alguien experto le construya su Carta Natal, en donde este y otros datos aparecen con total precisión.

ARIES

ARIES

(21 de marzo a 20 de abril)

Símbolo: Carnero

Elemento: Fuego

Planeta regente: Marte

Deidad: Ares o Marte, el dios de la guerra

Partes del cuerpo: El cráneo y la cara

Color: Rojo

Metal: Hierro

Piedras: Diamante y rubí

Polaridad: Positiva o masculina

Cualidad como signo: Cardinal

Frase clave: Yo soy

CARACTERÍSTICAS GENERALES

Aries inicia el ciclo del sol en el Zodíaco, por ello se asocia al impulso, la fuerza y la energía primaria, indómita, que aún no tiene una clara dirección, pero que nos mueve en la vida hacia los ideales. En ocasiones sacan esta energía como agresividad.

Muy impulsivos, dinámicos e inquietos, los luchadores arianos no tienen paciencia para esperar, por lo que arremeten frente a la vida sin pensar muchas veces en las consecuencias de sus actos. Debido a su impaciencia, se encolerizan y pueden abandonar lo que estaban haciendo, pues les falta perseverancia. Durante su infancia son inquietos, pues la vida es una aventura apasionante en la cual hay que correr riesgos.

Les gusta el éxito y se les acusa de poco sentimentales debido a su falta de sutileza. En general son optimistas, pero se exasperan con la lentitud del resto de las personas, son poco diplomáticos y en primer lugar siempre están ellos, lo que los transforma en seres bastante egocéntricos.

MITOLOGÍA

El carnero es un símbolo de fuerza, por tratarse de un animal con dos cuernos, que guía la manada y arremete en la vida con toda su energía vital. En Egipto, representaba el fuego y el ardor y era símbolo de Amón Ra. En la mitología griega aparece como atributo de Hermes (Mercurio) en su modalidad de dios-pastor.

Dice el mito que el rey griego Atamante tuvo dos hijos junto a Nefele: el príncipe Frixo (Phrixus) y la princesa Hele. Repudia a su mujer para contraer nupcias con Ino, la hija del rey de Tebas, quien estaba muy celosa de los hijos de Atamante, por ello, elabora un macabro plan para desencadenar el hambre en el país y justificar el sacrificio de los hijos del rey. Cuando Frixo y Hele eran conducidos al sacrificio, Nefele ruega por sus hijos y es escuchada por Hermes, quien les envía un vellocino de oro para salvarlos. Lamentablemente, en el camino Frixo se duerme y deja caer a su hermana al mar. Frixo logra llegar a salvo a Colquio, reino de Eltes, hijo del Sol, y para conseguir los favores del rey Frixo sacrifica después al carnero. La piel dorada del carnero es custodiada y ahí empieza la epopeya de Jasón en la conquista del vellocino de oro que lo conducirá al trono.

En la Biblia, específicamente en el Éxodo, también hay alusiones al becerro de oro. Cuando Moisés fue en busca de los diez mandamientos al monte Sinaí, el pueblo impaciente exige un dios visible a Aarón, quien fabrica un becerro de oro. Cuando Moisés baja mandó a destruirlo. En la Biblia, el becerro simboliza la idolatría a la riqueza y al poder de personas que carecen de riqueza espiritual.

Por otra parte, en la misma Biblia aparece el carnero como figura de sacrificio, del cual es importante aprender, ya que ayuda a frenar la impulsividad, equilibrando nuestra vida para encontrar nuestra propia identidad.

EL HOMBRE ARIES

En apariencia, los arianos se muestran como personas muy conflictivas, atropelladoras, impulsivas y agresivas, sin embargo, al conocerlos más muestran su simpatía, compañerismo e ingenuidad, pudiendo ser muy divertidos cuando se relajan.

Suelen dejarse llevar por los impulsos que nacen desde su interior, por lo que muchas veces actúan con una gran convicción, sin pensar en las repercusiones de sus actos. Suelen ir contra los prejuicios y convenciones sociales, debido a su carácter primitivo y un fuego interno que rechaza aquello que no sea coherente con su ser.

Dueños de una gran ambición y deseo de poder, cuando se proponen un objetivo van hacia él hasta cumplirlo, con gran liderazgo, lo que los puede llevar muy lejos en sus metas.

Son generosos y están muy conscientes de la importancia de sus colaboradores, siendo abiertos y muy francos en su modo de relacionarse. Dicen lo que piensan en forma directa y sin anestesia, tanto las cosas buenas como las malas, lo que les evita una serie de malentendidos.

En el amor ocurre algo parecido, son muy directos y expresan con total naturalidad sus sentimientos, lo que en ocasiones los pone en aprietos, cuando sus deseos no van acordes con la realidad. Sin embargo, estos problemas no harán que el ariano cambie, sino que más bien seguirá con su misma actitud hasta encontrar a aquella alma con la que encuentre su plenitud.

Cuando algún área de su vida ha perdido dinamismo, el hombre Aries experimentará cambios bruscos, a modo de escape de esa bullente energía que le brota, para dar rienda suelta a la expresión de su naturaleza.

LA MUJER ARIES

Muy parecidas a su compañero varón, las diferencia su condición femenina, que suaviza considerablemente esa tendencia a lanzarse a la conquista sin medir las consecuencias.

Tenaces e impulsivas, tienen una vitalidad a toda prueba, y pueden desarrollar actividades que requieran de una gran audacia, dando rienda suelta a toda su expresividad, sin preocuparse demasiado de las reacciones que pueden provocar sus actos. Tienen una alegría contagiosa que llena de entusiasmo y valor.

Muy apasionadas, poseen una gran capacidad de lucha, que las lleva a comprometerse absolutamente en lo que hacen. Necesitan conseguir sus objetivos a como dé lugar, y poseen el talento y la fuerza para conseguirlo.

Muy activas, representan un nuevo modelo para la mujer, pues ellas buscan su independencia económica y conseguir las metas que se proponen por su propio esfuerzo.

Muchas veces se sienten incomprendidas por sus familias o sus parejas, que les critican la pasión con que toman sus actividades, descuidando el tiempo y la calidad de su entrega afectiva. Es importante que busquen mantener una buena comunicación con sus seres queridos para que estos no se sientan desplazados por