Estado Cósmico de los Planetas

Por Tito Maciá

Existe pues la naturaleza esencial del planeta, que se puede diferenciar como elemental (frio o calor, sequedad o humedad) y la naturaleza adquirida (los efectos o hechos que puede producir un planeta y su sincronización con el signo), a esto le llamamos “Estado Cósmico”.

Una de las funciones de los signos consiste en coordinar las relaciones de regencia entre los planetas, e indicar la modalidad en que se manifestará la influencia de los planetas en ellos.

Por eso resulta inevitable que tales influencias se vean propiciadas o impedidas, según el signo que se encuentren. Esto es en esencia el Estado Cósmico o estado celeste de los planetas.

• Idioma: Español
• Editorial: XinXii
• Fecha de lanzamiento: 23 ago 2018
• ISBN: 9783962463304

Tito Maciá

He was born in Alicante on April 18, 1948.Researcher and student of medieval Astrology. Astrology teacher and writer. Founder of the Association for Astrological Research of Alicante and the Sirventa School of Translators. - Promoter of astrological conferences and events. Founder and coordinator of the UCLA Clandestine University of Astrology.

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INDICE

Introducción al Estado Cósmico de los planetas

Las determinaciones de los planetas

Determinaciones esenciales

Determinaciones accidentales o naturaleza adquirida

Dignidades y Debilidades Esenciales y Accidentales

Triplicidades

El regente diurno, nocturno y el participante

Términos o Confines

Faz o Decanato

Dignidades Accidentales

Planeta Oriental y Occidental al Sol

Planeta en domicilio, significado

Planeta en domicilio, significado

Planeta en exaltación, significado

Planeta en destierro, significado

Planeta en caída, significado

El dispositor

El máximo dispositor

La Recepción

Recepción Mutua

El Gozo y la Tristeza de los planetas

Interpretación de la tristeza de los planetas

Directo, retrógrado, estacionario. Estaciones del epiciclo

Las estaciones de los planetas

Planeta retrógrado

Aforismos sobre los planetas retrógrados

La primera y la segunda estación

Bibliografìa

Introducción al Estado Cósmico de los Planetas:

En su obra Astrología Gallica, Morín de Villefranche, hace comprender mejor la Astrología recibida de sus predecesores: los egipcios y obviamente los caldeos y árabes. Allí, hace referencia al Estado Cósmico de los Planetas; identificando, poniendo nombres y sistematizando lo recibido por la tradición.

En su teoría de las determinaciones, explica muy bien la naturaleza esencial del planeta, su Estado Cósmico. Es decir, el signo desde donde opera, y posteriormente hacia donde está determinada esa influencia debido a que el significador universal del planeta, es orientativo, pero no determinativo.

El factor más importante de un planeta es el signo zodiacal a través del cual actúa y que combina en cierto modo su influencia con la del planeta. Nunca un planeta opera fuera de un signo, y a esta circunstancia la denomina Estado Cósmico del planeta.

Existe pues la naturaleza esencial del planeta, que se puede diferenciar como elemental (frio o calor, sequedad o humedad) y la naturaleza adquirida (los efectos o hechos que puede producir un planeta y su sincronización con el signo), a esto le llamamos Estado Cósmico.

El siguiente paso será la domificación (sistemas utilizados para el cálculo y división de las casas astrológicas). Es decir, en que casa, dentro de una carta determinada operan las influencias planetarias para esa persona o acontecimiento que se juzga. De allí parte la Teoría de las Determinaciones, en la cual un planeta en un determinado estado cósmico (signo y aspectos) opera en una determinada casa o sector del tema levantado.

Cada uno de los planetas en razón de sus características simbólicas; es decir, de su naturaleza esencial, presenta mayor o menor afinidad en los diferentes signos del Zodiaco. El efecto del Sol siempre será solar, sea cual sea el signo que se encuentre, pero será favorecido o dificultado por la combinación de factores, que facilitan o dificultan la expresión de la energía solar.

Una de las funciones de los signos consiste en coordinar las relaciones de regencia entre los planetas, e indicar la modalidad en que se manifestará la influencia de los planetas en ellos.

Por eso resulta inevitable que tales influencias se vean propiciadas o impedidas, según el signo que se encuentren. Esto es en esencia el Estado Cósmico o estado celeste de los planetas.

Las distintas combinaciones de cualidades primitivas: masculinas, femeninas, y los distintos elementos: fuego, aire, tierra, agua, hacen que los planetas se manifiesten con mayor calidad en unos signos que en otros.

Desde tiempo inmemorial este grado de convergencia o divergencia era conocido con el nombre de las Dignidades Planetarias.

Así, según el grado de afinidad o familiaridad que guarde el planeta con el signo tal será la calidad de expresión de su significado. Mientras más analogía entre planeta y signo, mejor se manifestará el astro, al situarse en una parte del cielo que propiciará una expresión más acorde con la naturaleza esencial del mismo.

El Sol, planeta masculino de fuego, se manifiesta con facilidad en el signo de Leo (también masculino de fuego). Por eso decimos que se encuentra en regencia, porque es en ese signo que mejor se manifiesta, y se facilita el aspecto cualitativo, ya que el planeta cobra dignidad.

Un ejemplo, Júpiter en el signo de Sagitario, se encuentra magníficamente situado. Si además goza de buenos aspectos, podemos decir que se encuentra en excelente estado cósmico, lo que indudablemente nos inducirá a pensar que la influencia de este planeta se hará sentir de forma favorable para todo lo que nació o que entro a la vida en ese momento. Sin embargo, esto no nos facilitará para juzgar si Júpiter dará sus bondades en una figura natal determinada. Pero, si además se encuentra en la casa II de la figura natal, actuando en su determinación local más intensamente sobre esta Casa; entonces, podremos decir con seguridad que su influencia favorable se probara especialmente en los asuntos pecuniarios del nativo.

Las determinaciones de los Planetas:

Las determinaciones de los planetas es un concepto acuñado por Morín de Villefranche en el siglo XVII que trata de organizar una estructura ordenada en la interpretación astrológica para permitir al estudiante distinguir las diferentes maneras en las que un planeta puede escenificar su influencia.

Hay dos clases de determinaciones, las determinaciones esenciales o naturaleza esencial, en terminología de Robert Fludd, y las determinaciones adquiridas, o naturaleza adquirida de los planetas

Determinaciones Esenciales:

Las determinaciones esenciales de los planetas se refieren al significado elemental y simple de cada uno de los planetas, a su naturaleza esencial. De tal manera, que nos referimos a las determinaciones esenciales o naturaleza esencial cuando utilizamos los significados del planeta usando las correspondencias simbólicas de cada uno.

La naturaleza esencial del Sol, en el ámbito de lo personal, deja notar su influencia a través de la dignidad o la autoestima, pero en el ámbito exterior al personal, deja notar su influencia a través de los personajes que nos hacen sentir orgullosos, como puede ser el padre o el rey.

Mientras que la naturaleza esencial de la Luna refleja nuestro modo de sentir, pero también su naturaleza esencial se escenifica a través de la madre, las mujeres, el color blanco etc.

La naturaleza esencial de Mercurio se escenifica a través de los hermanos o los hijos varones.

La naturaleza esencial de Venus, es la belleza, el arte, el amor, los aderezos, las fiestas y también las hijas. Estas correspondencias se repiten en todos los textos de la tradición. Ben Ragel nos deja toda una serie de correspondencias en su Libro Conplido.

Robert Fludd y Morín de Villefranche aunque no estén muy de acuerdo entre ellos, en las determinaciones accidentales o adquiridas, utilizan las mismas determinaciones esenciales y Selva o Weiss siguen esa misma tendencia con las que continuaremos en este trabajo.

Además de su naturaleza esencial, los planetas y el resto de los elementos astrológicos tienen un significado, una naturaleza o determinación