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Raíces De La Humanidad: Las Profecías Bíblicas Del Fin Del Mundo
Raíces De La Humanidad: Las Profecías Bíblicas Del Fin Del Mundo
Raíces De La Humanidad: Las Profecías Bíblicas Del Fin Del Mundo
Libro electrónico235 páginas3 horas

Raíces De La Humanidad: Las Profecías Bíblicas Del Fin Del Mundo

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Los verdaderos profetas fueron personajes escogidos por Dios, para recibir por medio del Espritu Santo, mensajes profticos que serian transmitidos al pueblo, con el propsito de alertar a los fieles contra los engaos del enemigo.

Muchas de las antiguas profecas bblicas indiscutiblemente ya se cumplieron, otras se estn cumpliendo en nuestro tiempo y muy pocas estn por cumplirse en un futuro cercano.

Los falsos profetas guiados por el padre de la mentira, difunden mensajes alarmantes para confundir a los incautos.

Ningn ser humano puede por voluntad propia predecir el futuro. Solo el Creador conoce el fin desde el principio. Las Sagradas Escrituras son su Palabra autorizada y las profecas bblicas se cumplen a la luz de la historia.

En la lectura de esta obra el lector encontrara verdades de la historia que jams haba imaginado, porque han permanecido ocultas por milenios.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento19 ago 2011
ISBN9781463307134
Raíces De La Humanidad: Las Profecías Bíblicas Del Fin Del Mundo

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    Vista previa del libro

    Raíces De La Humanidad - Esteban Guzmán Leyva

    Introducción

    En aquel glorioso amanecer del 12 de octubre de 1492, al grito de ´Tierra, Tierra’’, emitido por Rodrigo de Triana, se realizaba el descubrimiento más trascendental de la raza humana. Un nuevo mundo se abría ante los ojos de aquel grupo de 90 hombres que por 33 días habían navegado por un inmenso océano desconocido. Su temor por la generalizada idea de que quizás se encontrarían con un abismo en el que caerían se desvaneció. Con gran curiosidad contemplaban las hermosas playas, de aquella tierra de vegetación exuberante.

    El asombro creció cuando descubrieron que había seres humanos poblando aquella isla. Cristóbal Colón creyendo que había llegado a la India, les llamó indios. Los aborígenes llamaban a su tierra Guanahani’, Colón la bautizó como San Salvador y está ubicada en la comunidad de Las Bahamas.

    Aquellos intrépidos exploradores siguieron navegando por mares desconocidos, descubriendo islas cercanas a las que llamó, Santa María de Concepción, Fernandina e Isabela. En todas ellas encontró nativos tainos, a quienes el Almirante llamo’ ´´indios´ creyendo que había llegado a los bordes del continente asiático. Explorando el Caribe llegó a una gran isla a la que llamó Juana, (Cuba) y la española, (Santo Domingo). En la Española encalló su mejor barco, la Santa María, con su madera construyó un fortín que llamo’ ´´ La Navidad ´´. Cristóbal Colón regresó a España en la carabela La Niña, llegando al comienzo de 1493, llevaron nativos, productos de la tierra descubierta y animales desconocidos para los europeos.

    En su segundo viaje en 1496, Colón descubrió las Pequeñas Antillas, Dominica y Guadalupe, pasó por Puerto Rico, San Juan Bautista, llegando a La Española donde encontró el fortín La Navidad destruido, ahí fundó la primera ciudad que bautizó como La Isabela. Después exploró Cuba y luego descubrió Jamaica.

    En su tercer viaje, 1498-1500 Colón descubrió la isla Trinidad y la desembocadura del rio Orinoco en Venezuela, a la que llamó Tierra de Gracia. Al regresar a La Española, lo tomaron preso españoles envidiosos, quienes lo llevaron encadenado a España, donde la reina lo liberó.

    En su cuarto viaje, 1502-1504 Colón exploró América Central, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. El gran navegante Cristóbal Colón, murió en Valladolid, España el 20 de mayo de 1506

    Han pasado cinco siglos de aquel maravilloso descubrimiento que marcó un gran salto en el conocimiento humano, al descubrimiento de América siguió un despertar de la humanidad en lo social, económico y espiritual. Marcó el fin de la época medieval, también llamada oscurantismo religioso que por varios siglos mantuvo a Europa en la más abyecta ignorancia, durante todos esos siglos hubo un lamentable retroceso en el conocimiento humano. La iglesia dogmatizó las creencias religiosas, tergiversando las doctrinas de la Biblia para enseñar ideas supersticiosas que abismaron al pueblo. Así surgieron las falsas doctrinas del infierno, el purgatorio, el limbo, la inmortalidad del alma, las indulgencias, el bautismo de bebés, la confesión de los pecados ante un sacerdote, etc.

    Para hacer creer esas falsedades se prohibió a lectura de la Biblia, el pueblo no tenía derecho a leer y menos a poseer un ejemplar de Sagrado Libro, o cualquier escrito que presentara la verdad de Dios. Todo material escrito que pudiera ilustrar al ser humano, era considerado herético y condenado a la hoguera.

    Así fue como los pueblos de Europa quedaron sumidos en la ignorancia, propagándose historias fantasiosas de hadas, duendes, chaneques, fantasmas, embrujos, representaban al diablo con cuernos, cola y patas de mula.

    Se llegó a creer que la tierra era plana, que estaba sostenida por un gigante llamado Hércules, otros aseguraban que la sostenían cuatro enormes elefantes o una gigantesca tortuga.

    El uso del suelo pertenecía a los poderosos señores feudales y a uno que otro rico perteneciente a la nobleza. El pueblo estaba sometido a una esclavitud disfrazada, eran considerados propiedad del dueño de las tierras donde vivían, por lo que debían trabajar para el. A nadie le era permitido hacer algún invento para facilitar su trabajo, porque era pecado y podía ser quemado acusado de hacer una obra del diablo. Así vivió gran parte de la humanidad por muchos siglos, rodeados de una densa oscuridad. Pero existían algunos grupos que nunca aceptaron someterse a tan cruel ignominia y aunque perseguidos y en ocasiones masacrados, lograron por varias generaciones mantener su libertad religiosa, teniendo a la Biblia como su única regla de fe. De estos grupos dos de los más importantes fueron, los valdenses y los Israelitas.

    Los Valdenses tomaron el nombre de su primer líder y fundador del grupo llamado Pedro Valdo. Por muchas generaciones los valdenses vivieron proscritos por el clero, se escondían en las agrestes montanas de Piamonte en Italia. Francia, Flandes, Alemania, Austria, Bohemia, Suiza y España.

    Los israelitas o judíos, su origen se remonta a 1800 años antes de Cristo, son descendientes directos del patriarca Abraham, ciudadano de la próspera ciudad de Ur en la antigua Caldea, en lo que hoy es Irak. Este personaje fue llamado por Dios para salir de su tierra para ir a un lugar desconocido para el, donde sus descendientes se convertirían en una gran nación. Las promesas de Dios se cumplieron y a través de los siglos los israelitas fueron el pueblo elegido para dar a conocer al mundo pagano, al verdadero Dios creador del universo.

    En el siglo XV d.C. los judíos estaban diseminados en todos los países de Europa, Asia y el norte de África. En España se cree que ya había israelitas desde el siglo IX a.C. El libro del profeta Jonás menciona que cuando Dios mandó a este profeta a predicar a Nínive, el se reusó y se embarcó en una nave para huir a Tarsis [España], por lo que probablemente iba en busca de connacionales suyos.

    Gran cantidad de judíos llegaron a España cuando huyeron de su país en el año 70 d.C. en ocasión de la destrucción de Jerusalén por los ejércitos romanos al mando del general Tito. En el siglo VIII d.C. los árabes invadieron España y la subyugaron por siete siglos, durante los cuales el país floreció con el conocimiento de los moros que introdujeron las artes, en la arquitectura y las letras, enriqueciendo el idioma español y en la construcción de hermosos palacios de entre los que se destaca la Alhambra en la ciudad de Granada.

    Durante la dominación árabe, los judíos crecieron en número y prosperaron gracias a la buena convivencia entre ambos. Muchos judíos se destacaron en las finanzas, el comercio, la medicina, la agricultura y la política, llegando a ser respetados consejeros de la realeza. Durante la convivencia de estas tres culturas, hebrea, árabe y castellana, se formó el idioma español, uno de los más cultos del mundo actual.

    En el año 1490 al vencer los españoles a los árabes, la corona se traslada al palacio de Granada. Los reyes católicos Fernando e Isabel reciben en audiencia a Cristóbal Colón quien les presenta el proyecto de un viaje para descubrir un camino mas corto para llegar a la India, les habla de la teoría de que la tierra es redonda y que viajando hacia el oeste se llegaría también al Asia. Colón sabia que la tierra era redonda, porque era judío y lo había leído muchas veces en la Biblia, esa verdad se encuentra en, Job 1.7, y 26.7, Isaías 40. 21 y 22, Proverbios 8.27.

    Han transcurrido más de quinientos años desde el descubrimiento de América por Cristóbal Colón. El verdadero origen del gran navegante se mantuvo oculto por razones diversas. Recientemente una investigación científica de la eminente doctora Estelle Irizarry, profesora emérita de la Universidad de Georgetown, en Washington, autora de El ADN de Los Escritos de Cristóbal Colon [Ediciones Puerto, San Juan de Puerto Rico, 2009], ha confirmado el verdadero origen del navegante, que era natural de un territorio de la antigua Corona de Aragón, súbdito del rey Fernando el Católico, catalanohablante y judío converso.

    Durante los últimos cuatro siglos, han aparecido varias ciudades que reclaman ser el origen de Cristóbal Colón, mas ninguna tiene pruebas fehacientes para tal crédito. El mismo navegante aparentemente escondía su origen. Cuando le preguntaban su procedencia respondía vine de la nada.

    Era la época en que el Clero, por medio de la Inquisición perseguía a los judíos para quemarlos en la hoguera. Muchos se convertían al cristianismo para salvar la vida y así algunos pudieron permanecer en puestos importantes en el reino, entre ellos se menciona al rabino Isaac Abrabanel, financista real y a Luis de Santangel rico comerciante y consejero real. Estos influyentes judíos aportaron gran parte de los recursos financieros para el viaje de Cristóbal Colón.

    Entre los tripulantes que acompañaron al navegante en sus cuatro viajes, había un grupo de criptojudios, Rodrigo de Triana quien dio el grito de ¨ tierra¨ al avistar la primera costa descubierta, era un judío converso y Luis de Torres el primero en pisar tierra americana era judío. El descubrimiento de América dio a miles de judíos españoles y portugueses, una puerta de escape para huir de la Inquisición, por lo que posteriormente la Iglesia instituye en México el terrible tribunal para perseguir a los judíos que escapaban de Europa.

    Capitulo 1

    El Principio

    En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Génesis 1. 1,2. De esta forma introduce la Biblia el relato de la creación, en este primer capitulo del Génesis, Moisés por inspiración divina narra que Dios hizo el mundo en seis días, desde la luz hasta el primer hombre y la primera mujer y la expresión, Y fue la tarde y la mañana un día, da a entender que fueron días literales usados por el Creador para dar vida al planeta tierra.

    Tomando en cuenta la eternidad de Dios, deducimos que El, no tubo principio ni tendrá fin porque es Eterno. En el primer día de la semana de la creación hizo la luz, por lo que antes de comenzar ya existía la tierra, pero estaba desordenada y vacía, en completa oscuridad y cubierta por agua. en esa condición de caos la tierra existió’

    Por un tiempo indeterminado del que los humanos jamás sabremos nada al igual que muchos otros misterios que solo pertenecen al conocimiento de Dios. Porque ‘‘Las cosas secretas pertenecen a Jehová, solo las reveladas son para nosotros y nuestros hijos."

    En los dos primeros capítulos del Génesis, Moisés presenta la historia de la creación en forma muy resumida, pero es de notar que el Creador fue en forma gradual creando las condiciones apropiadas para la existencia del hombre. Cuando todo estuvo listo; Había luz, una capa atmosférica conteniendo humedad apropiada, oxigeno y demás gases en proporción adecuada para la vida, un suelo fértil cubierto de plantas; hierbas y árboles produciendo frutos. La luz del sol que con sus rayos benéficos transformaría los elementos químicos naturales del agua, las plantas y el aire en alimentos. Los animales; aves, reptiles, peces y cuadrúpedos. Todos diferenciados por géneros y especies.

    En aquel maravilloso ambiente recién creado, con una atmósfera ideal, única en el inmenso sistema solar; el planeta tierra estaba listo para que fuese hecha la obra maestra que sería la corona de la creación.

    CREACION DEL HOMBRE

    Entonces dijo Dios; hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla… Y dijo Dios; He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os será para comer. Y contempló Dios todo lo que había hecho y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana del día 6°. Génesis 1: 26-31".

    Entonces Jehová Dios formó al hombre de polvo de la tierra y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. Y dijo; Jehová Dios no es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para el. (Génesis 2: 7 y 18)

    EL MATRIMONIO

    Y puso Adán nombre a toda bestia y aves de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán y mientras este dormía, tomo una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada varona porque del varón fue tomada. Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. (Génesis 2: 20 – 24).

    El acto de Dios de tomar una costilla de Adán para crear a Eva, fue una clonación hecha por las manos Divinas, diferente de la clonación que intenta el hombre de ciencia de hoy. Lo que Dios hizo fue un ser diferente; Eva una mujer tomada del costado de Adán, carne de su carne y hueso de sus huesos, para que fuera su compañera y complemento, compañía y procreación.

    Con la creación del primer hombre y la primera mujer, Dios había formado las raíces de toda la humanidad, los descendientes de Adán y Eva llegarían a poblar el mundo a través de los siglos. De su descendencia saldrían las diferentes razas que hoy pueblan la tierra, tan diferenciadas en sus características físicas como el clima, altitud y latitud en las que les tocó desarrollarse, pero todas descienden del mismo tronco común, formado por el Dios Creador en el principio.

    Dios creó al mundo y todo lo que en el existe, con un propósito especial; el de ser glorificado por medio de sus criaturas. Cuando dijo; Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza , podía haber estado pensando en alguien que lo representara sobre la tierra, que fuera su imagen. Al darle el dominio sobre todas las demás criaturas, lo haría a semejanza de Dios, amándolas como Dios ama. Habría convivencia pacifica entre rodos los seres creados sobre la tierra.

    Dotó a los padres de la especie humana de inteligencia y sabiduría, le dio libre albedrio; capacidad de elegir y decidir por si mismos. No había mancha en el carácter de Adán, con una mente prodigiosa capaz de ser desarrollada hasta la excelencia para llegar a ser semejante a la de los seres celestiales, que rodean el trono de Dios. Porque Le haz hecho poco menor que los ángeles y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre la obra de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies (Salmo 8: 5 y 6).

    Dios mismo les asignó su dieta alimenticia. Y dijo Dios: he aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os será para comer. (Génesis 1: 29).

    La alimentación original dada por Dios a sus hijos consistía en vegetales: Frutos, granos, semillas y hortalizas. Productos vegetales que poseen todos los elementos nutritivos esenciales para el desarrollo de la vida.

    SANTIFICACION DEL SABADO

    Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó en el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo y lo santificó, porque en el reposó de toda la obra que había hecho en la creación. (Génesis 2: 2 y 3).

    Al terminar la semana de la creación Dios había formado las dos instituciones más importantes para sus hijos recién creados: El matrimonio y el día de reposo. Con el matrimonio los seres humanos gozan de compañía intima, apoyo del uno para el otro y la sagrada responsabilidad de procrear nuevos semejantes; hijos salidos de sus entrañas que tendrán su misma herencia genética, a quienes deben dar protección, cuidados y enseñanza hasta que estos alcancen edad suficiente para cuidarse solos. Con el matrimonio se forma una familia que llega a ser la base y fundamento de la sociedad humana.

    El matrimonio y el día de reposo fueron instituidos por el Creador al término de su obra creadora. Dios no estaba cansado por el trabajo que había hecho durante los seis días de crear el mundo, porque con su poder divino; El mando y existió. Solo en la creación de Adán y Eva usó sus manos para darles forma con el polvo

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