Un amigo, que también se dedica a esto del cine, me dice siempre que la historia detrás de daría para un documental: por cómo la hicimos, sin recursos y rodando 10 días en el piso en Terrassa de una amiga que nos lo dejó; por cómo la lanzamos, en un estreno técnico en muy pocas salas… que se llenaron, pero que seguían siendo muy pocas, y por cómo se convirtió en un fenómeno gracias a un tuit, cuatro líneas contadas, de Stephen King. Pero también fue la película de género con más premios a nivel mundial. Hemos conseguido más de 40 galardones y yo personalmente la he presentado en unos 15 festivales: desde el de Tallinn, en Estonia, que es un festival de serie A, al BIFFF de Bruselas, pasando por el Fantaspoa de Brasil, el Macabro de México o el Fantastic Fest de Austin, el certamen de terror más importante de Estados Unidos.
