Hola, futuro cronista de tu entorno. Tenemos para ti una idea loca (y genial): que te lances a una aventura que puede llevarte por historias cotidianas, momentos emotivos y hasta misterios impresionantes, y te conviertas en el guardián de las historias a tu alrededor. Tanto si eres muy bueno para escribir, tienes un oído espectacular, ojo de fotógrafo o videógrafo o eres un maestro para las ilustraciones, tus habilidades ayudarán a que lo cotidiano salte a la vista y cada detalle que registres te lleve un paso más cerca de convertirte en quien recopila la historia de tu colonia, comunidad, vecindario, familia, amigos, país, mundo o hasta de tu perro. Así que toma tu herramienta favorita, abre bien los ojos y demás sentidos y embárcate en un viaje divertido lleno de descubrimientos.
Qué es un cronista
Un cronista es como un guardián del tiempo: es quien registra los eventos que suceden en el mundo en un orden cronológico, como una línea de tiempo.
En la Edad Media, el cronista era algo así como el historiador y era un título más o menos oficial. En tiempos actuales, podrías decir que los cronistas se transformaron en algo más similar a los periodistas profesionales.
Algunas crónicas narran los sucesos del mundo entero mientras que otras se centran en lugares pequeños o eventos locales, pero el propósito es siempre registrar lo que ocurrió –o lo que sucede–, desde la perspectiva del cronista (o sea, la tuya).
Las crónicas son un reflejo de la realidad, por lo que no incluyen elementos de ficción (a menos que el tema se preste a ello) sin ser tan rigurosas como una pieza periodística –donde es superimportante mantener la objetividad, revisar y corroborar las fuentes y los hechos (qué dijo/hizo quién y cuándo)–. Digamos que un cronista no tiene tanta flexibilidad como un novelista, pero tiene mucha más que un periodista.
Los cronistas obtienen su información de Hay quienes además utilizan materiales como
