La muerte y los impuestos son lo único inevitable, decía Benjamin Franklin. Pero en este nuevo mundo donde la tecnología permite conectar –y ampliar– experiencias en distintos planos y lugares, con el impresionante avance de la IA que hoy da hasta robots de compañía, quizás nada sea ni tan certero ni tan determinante como se creía.
En este sentido, de un tiempo a esta parte, con la innovación haciendo foco en la continuidad de la vida aun luego de la muerte, distintos desarrollos comenzaron a ofrecer una mirada de productos dentro de lo que se conoce como “grief tech”. ¿El objetivo? Preservar los recuerdos y ayudar con el duelo. Pero si bien la idea detrás de muchas de estas start-ups es ayudar a los consumidores a atravesar la pérdida de