En un mundo marcado por la incertidumbre y la volatilidad, España se encuentra en una encrucijada económica en el presente ejercicio. Con una serie de factores tanto internos como externos que influyen en el desempeño y en la capacidad de creación de riqueza, nuestro país se enfrenta tanto a desafíos significativos como a oportunidades reales de crecimiento.
Para comprender completamente las perspectivas macroeconómicas de España, es crucial analizar detenidamente las proyecciones proporcionadas por diversas instituciones financieras y organizaciones internacionales, desde el BBVA hasta la propia Comisión Europea (CE). Estas entidades ofrecen una variedad de perspectivas sobre aspectos clave como el Producto Interior Bruto (PIB), el empleo, la deuda, el déficit público y la inflación, con un cierto consenso en sus estimaciones.
España crecerá más que el resto de los países europeos, pero este crecimiento no le permitirá ni eliminar el déficit, ni avanzar hacia el concepto de pleno empleo, ni reducir su deuda pública. En este análisis, examinaremos en profundidad cada uno de estos aspectos y sus implicaciones en