Existen distintas versiones sobre cuál es el origen real de la pizza tal y como la conocemos hoy, pero la mayoría la sitúan en Italia, concretamente en Nápoles, y la datan en el siglo XVI o XVII o XVIII, que tampoco en esto se ponen de acuerdo las fuentes. Da igual si fue antes o después porque lo que sí consiguieron los pizzeros napolitanos fue desarrollar una habilidad especial en el arte de amasar hasta alzarse, en 2017, con el reconocimiento de la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial.
A aprender el arte de los napolitanos se fueron y cuando decidieron montar no un establecimiento, sino una cadena de artesanas, que