![f0072-01.jpg](https://article-imgs.scribdassets.com/5vy6ecc934ch1w4g/images/fileC22RG1YT.jpg)
i a los científicos e investigadores del siglo pasado les hubieran contado que en las primeras décadas del siglo XXI una simple gota de sangre o una muestra de orina serviría para detectar a ciencia cierta el inminente desarrollo de un proceso oncológico o de una enfermedad genética, seguramente encuadrarían esa predicción en un apartado de ciencia ficción al más puro estilo de ‘Fundación’ de