No deberías perdértela: Road to Hell
n la carretera 666, en medio de la nada, dos mujeres viajan en un vehículo todoterreno. Se trata de las estríperes Caitlin (Clare Kramer) y Ashley (Courtney Peldon), la primera una auténtica psicópata y la segunda su amante y cómplice en una reciente masacre (con el asesinato de adultos y niños), de la que va dando noticia la radio. Su destino se cruzará con el de Cody (Michael Paré), un exmilitar habituado a matar gente (pero de manera legal, como se permite en todas las guerras), cuyo vehículo ha quedado parado en la carretera y a quien ellas intentan atropellar. Poco después, con una rueda pinchada (por el cuchillo de Cody) vuelven a encontrarse con él, un hombre incapaz de superar su separación de la cantante Ellen y que pretende volver a verla varias décadas después en la urbe de Edge City. La violencia y (Walter Hill, 1984), en la que repite Michael Paré (), con quien Pyun fraguó esta película tras encontrarse en la Semana Internacional de Cine Fantástico y de Terror de Estepona, Deborah Van Valkenburgh () o Jim Steinman, es decir, sus dos temas musicales, “Nowhere Fast” y “Tonight Is What It Means to Be Young”, que aquí reinterpreta con acierto Roxy Gunn. Con un argumento un tanto confuso, un complicado rodaje digital, frente a pantallas verdes en una buena parte del metraje (iniciado en 2008 y con nuevas grabaciones años después, de cara a su estreno definitivo en 2013), supone el quincuagésimo filme del realizador Albert Pyun y una nueva colaboración entre este y el compositor y músico Tony Riparetti (). Una verdadera rareza que enlaza con el original, especialmente en la parte musical final del filme.