El conflicto de Ucrania ha hecho familiar el uso de un arma poco conocida con anterioridad: el dron de bombardeo, utilizado por ambos bandos en grandes cantidades y con efectos destructivos sobre el personal civil e infraestructuras expuestos a su ataque. Pese a su aura de modernidad, el dron –esencialmente, una aeronave que vuela sin piloto a bordo– es una tecnología cuyos prototipos se remontan a más de un siglo. Ya durante la Primera Guerra Mundial, el Royal Flying Corps, precursor de la RAF, realizó algunos ensayos de aviones controlados por radio que no consiguieron resultados prácticos.
En el período de entreguerras, la tecnología mejoró hasta el punto de permitir el manejo remoto de pequeños vehículos, pero fue durante las últimas fases del siguiente gran conflicto cuando los científicos del Tercer Reich desarrollaron unas armas revolucionarias con las que intentaron cambiar el curso de la guerra. Así nacieron las V-1, precursoras de