Con ese objetivo empezó la serie y, gracias a la generosidad de las instituciones con las que se ha colaborado desde una colaboración artística que representa un viaje a través del tiempo, el género y la autoexpresión. Los protagonistas –desde J.M.W. Turner a Joan Miró, pasando por Fernand Léger, Henri Matisse, Wilhelmina Barns-Graham, Louise Bourgeois y Marc Chagall– son todos artistas emblemáticos y las obras únicas que han sido elegidas para dar vida a esta nueva colección de relojes reflejan conceptos como la superación de los límites, la innovación, la provocación positiva y la alegría de vivir, características por las que la marca Swatch es también conocida. La Tate se convierte así en el socio perfecto, ya que es conocida por sus colecciones de distintas épocas y géneros y por el Tate Modern Lates, su exclusivo programa de actividades que invita a los visitantes a formar parte de la vida del museo. Las nuevas creaciones se declinan en un diámetro de 41 mm, salvo la de Turner y Matisse, que lo hacen en 34 mm.
