Luis I. Guisado
G Así podría empezar la historia de modelos como el Iso Rivolta, el Lotus Sprit y el VW Golf. Todos ellos hijos de este italiano de Garessio, un pueblo situado casi en el medio del triángulo que forman Turín, Ginebra y Mónaco. Probablemente pensaba que era un encargo más. Una marca que quiere un coche, a ser posible bueno, bonito y barato. Punto final. Milan, Stabilo, Staedler, Faber-Castell… Quién sabe qué marca era su preferida. Pero hay una cosa clara: en un momento dado el grafito de la punta empezó a trazar líneas guiado por una mano que en realidad quería ser la