no de los mejores termómetros de tendencias gastronómicas en nuestro país, Madrid Fusión, anunciaba en su última edición un concurso de carajillos. En el jurado había gente tan solvente como Ferran Centelles, sumiller y de ElBulli Foundation y, por tanto, director de la Bullipedia especializada en vinos y cócteles. Pero ¿qué hace esa bebida caliente que asociamos desde hace décadas a los bares de barra de aluminio en el centro de la alta gastronomía? Decidimos acercarnos para ver qué se cocía en este sorprendente evento. Robert Morata, para indagar en qué consiste el concurso. “La idea es que locales y restaurantes con perfil gastronómico de toda España hagan su reinterpretación del Carajillo 43, nuestro nuevo cóctel inspirado en el emblemático carajillo español, que ya está teniendo un gran éxito en México, Brasil y EEUU. La idea es fusionar la coctelería y la gastronomía y ofrecer una bebida que sustituya al café en la sobremesa”. A la final llegaron cinco propuestas de gran nivel, como las del Kamezí Deli & Bistró de Lanzarote, el ConSentido de Salamanca o el que se alzó con el primer premio: el restaurante valenciano La Salita. Este estaba inspirado en la miel, incluso iba adornado con un trozo de panal y una abeja, y según el jurado fue el ganador por “haber sabido integrar perfectamente el licor en su cóctel, incluso en la recreación de su característico color. Además de ser muy versátil, perfecto tanto para el aperitivo como para la sobremesa”.
