A la artista Sarah Valente le encantan los retos. Su vivienda, llamada Casa Franca y recientemente terminada tras cinco años de trabajo, es una prueba de ello, con sus paredes de madera y barro y su tejado verde en el corazón de París. Reúne todos sus amores: el arte, la naturaleza, el sentido de comunidad y el compromiso. “Llevaba diez años buscando un lugar donde trabajar y vivir. Un espacio donde pudiera acoger a artistas en residencia, donde pudiéramos crear y pensar juntos”, dice la artista visual, que también es fundadora de la Green Line Foundation, cuyo objetivo es proteger los bosques y promover el desarrollo sostenible, sensibilizando a la opinión pública sobre su causa a través del arte. Así que fue aquí, donde la artista y Déchelette Architecture –un joven estudio de arquitectura de mentalidad ecológica fundado por Philibert y Emmanuelle Décheletteconcibieron la idea de una casa ecorresponsable. “La idea era demostrar que es posible construir viviendas de alta gama teniendo en cuenta las preocupaciones actuales”, explica Sarah Valente. Sobre la llamativa fachada de tierra cruda, inédita en París, añade: “Si la casa se construyera en el futuro, tendría que ser de arcilla. La tierra volvería a la tierra. Me gusta ser pionera y contribuir a despejar el camino de la arquitectura virtuosa, superando las limitaciones”.
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Mar 21, 2024
4 minutos
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