a exploración espacial revela a cada paso creciente evidencia de que el agua fue omnipresente en los primeros tiempos formativos de los planetas rocosos. En esa perspectiva la exploración del planeta Marte se antoja fascinante. Las diferentes misiones exploratorias no tripuladas han permitido reconstruir un Marte mucho más similar a nuestro planeta en su pasado remoto. El planeta rojo poseyó un intenso vulcanismo que fue acompañado de la desgasificación de su interior. Masivas cantidades de volátiles crearon una atmósfera densa durante sus etapas primigenias. A pesar de ello sufriría, por su menor tamaño y el enfriamiento progresivo de su interior, cambios que lo transformaron a la postre en el árido desierto helado que es actualmente. A finales del siglo XX la opinión generalizada era que el planeta rojo se encontraba altamente deshidratado. Sin embargo, estudios realizados mediante orbitadores y los transcendentales vehículos robotizados () indicarían que Marte no perdió toda su agua como pensábamos hace pocas décadas.
