as referencias al CO2 (dióxido de carbono) abundan en las informaciones sobre cambio climático. En la medida en que ha ido aumentando su concentración en la atmósfera, también lo ha hecho la temperatura. La diferencia entre lo que está pasando ahora, durante la fase cálida actual, y lo ocurrido en otras épocas también cálidas del pasado es el ritmo de aumento de ese gas de efecto invernadero y su elevada concentración. Una combinación así no se encuentra en los registros paleoclimáticos. Concentraciones (mucho mayores en algunos casos) sí que sabemos que las ha habido en la atmósfera, pero lo que no tiene precedentes conocidos es una tasa de aumento tan grande en tan poco tiempo.
