EL PULSO DEL MUNDO DE LOS NEGOCIOS CORE BUSINESS
HACE YA MÁS DE DOS MIL QUINIENTOS AÑOS QUE se cultivaron –en la Antigua Grecia– las semillas de lo que hoy en día conocemos como democracia. Si bien la autoría de dicha forma de gobernanza es difusa (y oscila entre figuras que van desde Solón a Pericles, pasando por Efialtes), su concepción ha perdurado el arduo pesar de la historia hasta el día de hoy. Tal es así que en 2024 la humanidad será testimonio de excepción de un acontecimiento único. Nunca en la historia tantas personas de tantos países diferentes habían sido llamadas a las urnas.
Más de 2.000 millones de ciudadanos, aproximadamente la mitad de la población adulta del planeta, tendrán derecho a depositar su papeleta y hacer valer su voz para elegir a sus legítimos representantes. Este fenómeno sin igual se dará en más de setenta países, incluyendo a ocho de los diez más poblados, y medirá las fuerzas tanto de las potencias hegemónicas (entre las que destacan EE UU o Reino Unido), como de aquellos actores emergentes que ambicionan hacerse un hueco en el tablero internacional, desde Indonesia a India o Suráfrica.
No obstante, tras el aparente manto de empoderamiento ciudadano que supone esta hazaña, se esconde una realidad mucho más